Nuria Sesé y su proyecto “Rebost” para la preservación y divulgación de las hablas ribagorzanas

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Graus celebraba el Día Internacional de la Lengua Materna de una manera especial ya que esta conmemoración era el simbólico momento elegido para presentar el proyecto “Rebost”, un compendio de materiales didácticos diseñados como una herramienta para promocionar y divulgar la realidad lingüística de Ribagorza.
“Rebost” está dirigido, fundamentalmente, a los profesores de la comarca, aunque puede consultarse libremente en la página lenguasdearagon.org, y propone variados trabajos orales y escritos organizados por tipologías textuales, bloques temáticos y modalidades lingüísticas –el patués, el aragonés ribagorzano y el catalán ribagorzano, las tres que conviven en Ribagorza- fruto del trabajo de investigación y sistematización de Nuria Sesé, una maestra nacida en Villacarli, en pleno corazón del territorio ribagorzano, criada en Graus y residente desde hace ya bastantes años en Fraga.
-PREGUNTA. ¿Cómo nace “Rebost”?.
-RESPUESTA. La gente de por aquí ya sabe que nuestras lenguas me han interesado siempre. Nací en medio de la frontera lingüística de la Ribagorza, en el cauce alto del río Isábena, justo donde confluyen aragonés, benasqués y catalán, cuando el ribagorzano era lengua de uso y comunicación entre las gentes de la comarca, y luego me crié en Graus… Estaba rodeada, no me podía escapar. Y ya específicamente el proyecto “Rebost” tomó cuerpo en el año 2008, cuando salió una convocatoria para los maestros en la que concedían una licencia por estudios para desarrollar materiales pedagógicos en las lenguas minoritarias de Aragón. Yo presenté mi propuesta, me dieron la posibilidad de realizarla y el curso 2009-2010 estuve trabajando de lleno en ella. Soy maestra y tenía muy claro que lo que podía hacer yo por estas lenguas ribagorzanas eran cosas para la escuela porque además estoy convencida de que estas lenguas sólo van a tener futuro desde el trabajo con los más pequeños.
-P. Es un trabajo que nace con la vocación de ser lo más accesible posible, algo que también permite descubrir el enorme trabajo de campo realizado.
-R. Me ayudó muchísima gente y les estoy inmensamente agradecida a todos. El trabajo lo finalicé en 2010 y cayó en un cajón y allí estuvo siete u ocho años hasta que en una reunión de la Sociedad Lingüística me encontré con una compañera que está trabajando en el CRA de Estadilla-Fonz y me comentó que no había muchos materiales para la enseñanza de las lenguas ribagorzanas. Yo le pasé una copia de mi trabajo, ella lo presentó al Departamento de Política Lingüística y la verdad es que tengo que agradecer la sensibilidad que han tenido con este material y con este proyecto y el desarrollo informático que se ha realizado para favorecer su utilización por los usuarios. Ahora es muy fácil entrar en el programa y, aunque ciertamente se trata de un trabajo pensado para la escuela, puede ser disfrutado por cualquiera al que le gusten las lenguas, que aquí encontrará trabalenguas, adivinanzas, cuentos y muchos juegos que seguro que le despiertan los recuerdos. Los juegos elegidos tienen todos finalidad lingüística porque esa ha sido la intención que ha motivado su inclusión pero, evidentemente, también tienen un innegable componente lúdico.
-P. ¿Cuál es la realidad lingüística de Ribagorza?.
-R. Pienso que en Ribagorza somos todos un poco “mil leches”. El trabajo está organizado por zonas lingüísticas: la del patués, la del catalán de La Noguera y del Isábena, y el aragonés ribagorzano que abarca Ribagorza y territorios vecinos como Fonz, Estada y Estadilla. Pero mi punto de partida era el mercado de los lunes de Graus: allí venía gente de toda la comarca con sus variedades idiomáticas y ninguno tenía la necesidad de pasarse al castellano; la “lengua de casa” les servía para comunicarse con el resto de los asistentes al mercado viniesen de donde viniesen. En toda Ribagorza hay unas características idiomáticas comunes pero cada uno tiene su variedad aunque estas diferencias no impiden la comunicación. Yo, por ejemplo, subo a Castejón y no tengo que cambiar de lengua o bajar a Graus y participar en La Mojiganga o irme a Benabarre y no tener ningún problema para entender lo que me dicen y hacerme entender.
-P. ¿Qué nos podemos encontrar en el “Rebost”?.
-R. “Rebost” son recursos pedagógicos. Cuando comencé este trabajo subí a la zona de Benasque, que era donde se daban ya clases de patués, y allí los maestros de la escuela me decían que no tenían materiales para los más pequeños y que si existieran podrían introducir en las clases cotidianas algún elemento de la lengua vernácula. Por eso, la idea fue siempre hacer unos materiales que pudieran utilizarse por los especialistas –de catalán, de benasqués o de aragonés grausino- pero también para que se pudieran introducir en cualquier momento dentro del programa docente general. Por ejemplo, que el profesor de Educación Física cogiera tres o cuatro de los juegos referenciados y hacerlos con los niños, la profesora de música pudiera hacer lo propio con algunas de las canciones recogidas, o cuando se está trabajando el tema de los animales se pudiera echar mano de adivinanzas alusivas…. La idea es que sea un material que pueda utilizarse cuando se necesite, no diseñado específicamente para especialistas. Las instrucciones, por decirlo de alguna manera, están en castellano; no es imprescindible saber hablar en alguna variedad ribagorzana para que se pueda trabajar con este material. En suma, “Rebost” es un compendio de recursos pedagógicos. Se trata de producciones orales y escritas por tipologías textuales (cuentos, adivinanzas, trabalenguas, vocabularios) y juegos con contenido lingüístico, por modalidades lingüísticas (aragonés ribagorzano, benasqués y catalán ribagorzano), por bloques temáticos (Naturaleza; mundo vegetal y mineral, Mundo animal, Las personas; necesidades y relaciones, La casa y el entorno próximo).
-P. ¿Cómo se ha sistematizado el trabajo?.
-R. Se ha hecho una adaptación didáctica a base de fichas y soporte informático (videos, archivos sonoros, PowerPoint,) para que sean funcionales para el profesorado y atractivas para el alumnado, con el objetivo de poder incluirlas en sus temas de estudio como un recurso más que ayude a normalizar la presencia de la lengua autóctona en la escuela. Pero estas propuestas también pueden ser útiles en Educación de adultos –talleres de memoria-, espacios de ocio –colonias, biblioteca- y en casa. Y para las escuelas de la Ribagorza se ha editado un libro explicativo con una memoria USB donde hay un instalador del gestor de los materiales de este proyecto “Rebost”.

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