Torreciudad acogió a cerca de trescientos peregrinos originarios de Guinea Ecuatorial y residentes en España. Honraron a la Patrona de su país, la Virgen de Bisila, en una jornada que cumplía su 15ª edición y que fue presidida por el cardenal y arzobispo emérito de Madrid, mons. Carlos Osoro. Este encuentro anual de integración se celebra desde 2010, y en esta ocasión acudieron familias ecuatoguineanas procedentes de Madrid, Cataluña, Valencia, Andalucía, La Rioja, Navarra y Aragón. Los participantes revivieron tradiciones culturales y religiosas expresadas con su proverbial alegría africana.
Los actos comenzaron a las once de la mañana con la bienvenida a los peregrinos en la Oficina de Turismo. Poco después comenzó una procesión con la imagen de la Virgen de Bisila, llevada en andas y adornada con flores, durante la cual intervenieron varios coros entonando cánticos marianos en diferentes lenguas guineanas: bubi, fang y ndowe. Al llegar a la iglesia principal cantaron el himno nacional de Guinea Ecuatorial y los fieles que lo desearon bajaron a las capillas de la cripta para prepararse y recibir el sacramento de la confesión.
A las 13:15 h. se celebró la eucaristía, concelebrada por catorce sacerdotes, la mayoría ecuatoguineanos, y presidida por mons. Osoro, quien en su homilía manifestó que «hemos venido a encontrarnos con quien fue santuario de Dios, la Santísima Virgen María, en este lugar entrañable en el que todo nos invita a imitar a nuestra Madre. Y lo hacéis, cristianos de Guinea Ecuatorial, con vuestra manera de ser, vuestra cultura, vuestro pensamiento y, sobre todo, con vuestra singular, profunda y alegre forma de vivir la fe en Jesucristo».
Al terminar la celebración, el presidente de la asociación «Capellanías de Católicos Guineoecuatorianos en España», Jesús Rafael Eyama, manifestó a los fieles su agradecimiento a la Virgen por la peregrinación. También quiso dar las gracias a don Carlos, porque él fue quien le acogió en el seminario de Santander cuando llegó a España desde Guinea.
Tras la comida al aire libre, tuvo lugar un Festival de la canción mariana en el que participaron todos los coros. Las familias rezaron después el rosario y la jornada concluyó con un conjunto de danzas folclóricas tradicionales bailadas en la explanada en honor de la Virgen de Bisila.
