Abraham Cupeiro actuará en el SoNna Huesca 2023 el día 8 de julio, en el Parque Forestal la Sierra, de Ballobar. Constructor e intérprete de instrumentos de viento históricos, desde la Prehistoria hasta nuestros días, el gallego utilizará en su recital entre 30 y 35 vientos, de los 200 que ha logrado acumular, desde una trompeta celta de la Edad de Hierro hasta la Corna que citaba Alfonso X el Sabio.

Es usted constructor y coleccionista de instrumentos y trompetista de formación. ¿Qué fue primero, el músico o el curioso?

Sin duda fue el músico. La música es infinita y poliédrica, y yo más que coleccionista he sido un descubridor de arsenal sonoro. Ha sido esa búsqueda la que ha derivado en los hallazgos de llaves sonoras que me han permitido abrir otras puertas, de diferentes épocas y diferentes culturas, y otras dimensiones musicales. 

Cómo ha logrado acumular esos varios centenares de instrumentos de viento. ¿Cuantos son comprados en viajes? ¿Cuantos ha construido-reconstruido usted?

Tengo doscientos instrumentos y en un espectáculo puedo llegar a tocar entre treinta y treinta y cinco. De los 200, unos 50 son reconstruidos, comprados entre 50 y 60, y el resto son cesiones, regalos de personas que han pensado que yo debía conservarlos. 

Y la primera que usted hizo fue una trompeta barroca hecha con técnicas del siglo XVIII.

Sí, esa fue la primera porque en ella se basaba el trabajo final de mi carrera y quise hacerla, primero porque era lo más barato, y segundo porque de ese modo, yo le dedicaría un tiempo y un aprendizaje que luego me resultaría fundamental. Fue también el instrumento que utilicé en las oposiciones a mi plaza del conservatorio de A Coruña, así que todo el empeño tuvo sus frutos.

Pero el Karnyx o Carnyx que usted interpreta –una trompeta celta de la Edad del Hierro con la boca con forma de cabeza de animal- es una reconstrucción? ¿A partir de qué documentación? 

Si, es una recreación de un dibujo que aparecía en una moneda romana del tiempo de Julio César y la guerra de las Galias. Fue un trabajo de investigación, pero también de mucha fantasía. Sin embargo, después, cuando se encontró en 2004 el karnyx de Tintignac (Francia), que me permitieron tocarlo y estudiarlo, comprobé que mi intuición era buena, y en la longitud del tubo solo me había equivocado en 23 milímetros, con lo que tenía el mismo tono y muy parecida sonoridad.

En wikipedia dice que solo usted y el escocés John Kenny (a partir de un ejemplar hallado en 1816, el deskford carnyx) han logrado reconstruir y tocar un carnyx o karnyx. 

Pues no sé quién escribió eso. Quizá John Kenny y yo somos los que más nos movemos con el carnyx, pero hay otros músicos que lo tocan, evidentemente.

También toca la corna gallega, que ya citaba Alfonso X el Sabio, como la tocó su abuelo. 

Sí, mi abuelo la tocaba, pero yo lo supe pocos años antes de que falleciera. Nunca habló de la corna, supongo porque le recordaba años de miseria, pero cuando vio mi afición y trayectoria, se decidió a contármelo. Mi abuelo fue uno de esos eslabones perdidos de una tradición muy asentada, pero que se perdió. Como el caso de Carlos Tallón, que encontró cerca de mi pueblo, Sarria, un cuerno que tenía un sonido increíble. 

También reconstruyó un cornu hallado en las ruinas de Pompeya para la banda sonora del aniversario de la Muralla de Lugo, que usted compuso. Para este tramo de la entrevista ya nos hemos dado cuenta que usted no es un trompetista al uso.

Sí, realicé una copia fidedigna como hace 2000 años a partir de aquel ejemplar y lo usé en aquel trabajo para la ciudad en la que vivo ahora. Es una suerte de trompa, pero más envolvente y, si se quiere, más auténtico. Y es muy bonita sobre el escenario. 

Recientemente ha grabado Pangea (2020) con la Royal Philarmonic de Londres. ¿Cómo fue aquello? ¿Qué instrumentos aportó? ¿Se instaló en Londres?

Era ya un proyecto rodado de composiciones mías que en parte había ya grabado con otras orquestas. Toqué más o menos treinta instrumentos de los cinco continentes y no, aunque parezca mentira lo grabamos en los estudios Abbey Road de Londres en un solo día. Hay que tener en cuenta que los músicos clásicos grabamos todos a la vez y que en esos estudios funciona todo como un reloj. Llegas, te sientas y te pones a grabar.

¿Conoce algo de Huesca, del Pirineo? ¿Conoce nuestro chiflo y salterio?

Pues he recorrido toda España y he de decir que me falta Huesca. Pero claro que conozco el chicotén, ¿no lo llamais así? Aparece en un montón de imágenes, relieves… Fíjate, cuando tenía 22 años me fabriqué uno muy rudimentario porque me despertaba una gran curiosidad.

Nos encantaría que reconstruyera el arpa/salterio del capitel de los músicos de la Catedral de Jaca. Pero igual tiene mucho trabajo.

Bueno, como usted ha dicho, yo lo que hago son instrumentos de viento y esto se me escapa. Pero en fin, si solo quedaran mis manos en el mundo, claro que lo haría. Estas cosas merece la pena rescatarlas y recuperarlas. 

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