La localidad de Almuniente cuenta con la nueva planta deshidratadora de alfalfa de Forrajes de San Agustín, que permitirá a la empresa Forsa producir 120.000 toneladas de alfalfa al año y aumentar su plantilla en 15 trabajadores.
La empresa ha invertido 2,5 millones de euros en las nuevas instalaciones que harán que su capacidad de producción se incremente hasta las 80.000 toneladas de pacas y 40.000 de pellets de forrajes, gracias a uno de los tromeles para el secado de la alfalfa más grandes de Aragón.
Con esta línea de negocio se crearán ocho nuevos empleos hasta sumar un total de quince. Además, un total de 150 agricultores de la zona de Los Monegros están vinculados a esta empresa.
Forsa ha pasado de producir 11.047 toneladas en 2016 hasta las 51.049 toneladas actuales. Esta empresa obtuvo el Sistema de Calidad ISO 9001:2015 el año pasado, lo que le ha permitido consolidar su presencia en mercados exteriores como China y Emiratos Árabes, dos de los principales destinos de las exportaciones de alfalfa deshidratada aragonesa.
En la anualidad de 2019, el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente concedió a Forsa una subvención plurianual (2019-2023) de 1,12 millones de euros, a través de la línea de apoyo a la industria agroalimentaria, informó el ejecutivo autonómico en una nota.
En los últimos seis años, el Gobierno de Aragón ha destinado 190 millones de euros en ayudas a la inversión para ampliar y mejorar sus instalaciones agroindustriales, así como en diversos programas de promoción comercial, movilizando con ello una inversión directa estimada en 1.140 millones de euros y más de 3.000 empleos directos.
Durante la inauguración de la nueva planta deshidratadora de alfalfa en Almuniente, el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, ha destacado la capacidad competitiva del sector para estar en los principales mercados internacionales gracias a la calidad del producto.
“En el valle del Ebro se dan las condiciones idóneas para producir una alfalfa de calidad excepcional, una ventaja competitiva que el sector ha sabido aprovechar”, señalaba Olona.
“Para que la alfalfa, o cualquier materia prima, llegue al mercado global y se produzca valor añadido es imprescindible la industria y el comercio. Son necesarios proyectos como este, puesto que invertir en la industria supone invertir en el territorio”, ha afirmado el consejero.
Aragón es una potencia a nivel mundial en la producción de alfalfa con más de 800.000 toneladas, el 60% de la alfalfa nacional es aragonesa.
Con 81.757 hectáreas, la comunidad aragonesa es la que más superficie dedica al cultivo de la alfalfa, contribuyendo al crecimiento de la economía y el empleo.
