Arranca una nueva campaña de trufas

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La llegada del 15 de noviembre supone tradicional y oficialmente el pistoletazo de salida de la campaña trufera que se prolongará hasta el 15 de marzo de 2019. En esta ocasión, arranca con unas perspectivas más halagüeñas que las que tenía el sector ahora hace un año, cuando la prolongada sequía que se vivía entonces hacía temer una muy pobre cosecha de este apreciado hongo.
Las previsiones se cumplieron entonces, la trufa natural brilló durante toda la campaña 2017-2018 por su ausencia y los truferos sólo pudieron capear el temporal gracias a los rendimientos de unas plantaciones de truficultura que, no obstante, también notaron la ausencia de precipitaciones de lluvia con menores rendimientos –y de peor calidad- que en años anteriores.
Las lluvias y la humedad ambiental que están acompañando el discurrir de este 2018 han hecho que el sector mire con más optimismo el inicio de la nueva campaña. No obstante, el nuevo presidente de la Asociación de Truficultores y Recolectores de Trufa de Aragón, David Royo, no quiere lanzar las campanas al vuelo y, tirando de prudencia, sostiene que el mundo de la trufa y su rendimiento «siempre es una incógnita». Aún así, reconoce que «no va a ser la mejor de las temporadas, pero sí más positiva que la pasada» con trufa de «buena calidad» pero un poco más retrasada de lo habitual.
Así mismo, señala que las tormentas veraniegas han contribuido a la recuperación de las truferas naturales en los lugares en que han descargado con mayor intensidad, a pesar de lo cual la truficultura seguirá teniendo un papel determinante en la oferta trufera de los próximos meses hasta que el 15 de marzo de 2019 se de por oficialmente concluida esta temporada que ahora comienza.
En el sector de la trufa se ha considerado históricamente que las dos primeras semanas de la temporada son prácticamente un tiempo de pretemporada que sirve para atender las demandas de los más impacientes e ir evaluando el estado y las previsiones de la cosecha de los próximos meses. Una situación que se repite este año con mayor intensidad si cabe ya que la ausencia generalizada de fríos en estas semanas de otoño está haciendo que la maduración de la trufa venga algo más retrasada que en ocasiones precedentes. La prevista llegada de las primeras grandes heladas va a incidir en la mejora de la maduración de este hongo que el gastrónomo Brillant Savarin definió como «el diamante negro de los bosques».
Royo comenta que la ausencia de datos fiables en este comienzo de temporada hace muy difícil realizar predicciones sobre su desarrollo futuro. «A partir de este jueves vamos a iniciar la “caza” de las salvajes y la cosecha de las cultivadas pero no será hasta la apertura del mercado de la trufa fresca de Graus, el 1 de diciembre, cuando empecemos a comprobar con datos fiables la cantidad y calidad de trufa recolectada y su cotización», señala el presidente de los truferos apuntando que este mercado de la trufa fresca se prolongará hasta el 16 de marzo descansando, en principio, los fines de semana del Puente de la Constitución y de Reyes. Por otra parte, todavía no se ha decidido definitivamente que localidad aragonesa acogerá la próxima edición de Trúfate –algo que se conocerá en los próximos días- aunque Jaca se postula como el destino con más probabilidades.

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