Benabarre vivirá este viernes la que será la decimosexta edición de su popular Festa de la Coqueta, una convocatoria que se ha consolidado como uno de los acontecimientos festivos más concurridos de cuantos tienen lugar en Ribagorza con una oferta que hermana la celebración antropológica, la gastronómica y la lúdica en un paquete que se ha sabido ganar el aprecio de centenares de devotos.
La teniente de alcalde benabarrense, Yolanda Castelló, señala que el festejo seguirá este año un esquema similar al de las últimas ediciones, con el recinto del parquin de la Obaga como escenario de esta singular cita gastronómica que gira en torno a las coquetas –las tortetas, en otras zonas de Aragón-, pero que ha sabido ampliar su propuesta para convertirse en un estandarte de la más que notable oferta gastronómica local.
Los organizadores esperan igualar, e incluso superar, los más de mil quinientos asistentes de la Festa de 2018 en esta nueva edición que recupera la presencia de siete establecimientos hoteleros en la muestra gastronómica complementaria. Los locales Can Pere, Hostal Delgado, Sol y Sombra, Bar Piscinas y la Chocolatería de la empresa especializada Chocolates Brescó, el restaurante Els Cremalls de Tolva y el cocinero benabarrense David Colona –al frente del ilerdense Bar Tòfol- ofrecerán a los presentes una selección de tapas para degustar como complemento al reparto gratuito de sabrosas raciones –más de tres mil- de la popular coqueta entre la concurrencia.
«La principal novedad de esta edición es la de la elaboración de unas coquetas libres de gluten, una iniciativa que ha contado con el decidido impulso del reconocido cocinero oscense Mateo Sierra, que es el invitado especial este año y que, al ser él mismo celíaco, está especialmente concienciado sobre este tema», comenta Castelló. El empeño no es fácil ya que la amalgama que propicia la harina de trigo es complicada de repetir con otros productos pero, tras experimentar con avena, maíz o arroz, los mondongueros benabarrenses han conseguido unos resultados satisfactorios que se darán a conocer este viernes.
El festejo arrancará a las nueve de la noche y estará amenizado por la música de la compositora e intérprete ribagorzana Julia Martínez. El programa previsto se iniciará con la venta de las tapas gastronómicas mientras se va desarrollando de forma paralela la demostración de elaboración artesanal de coquetas y su preparación cocidas o a la brasa, previa a la posterior degustación gratuita de este producto típico de la gastronomía.
Y, como ya es habitual, habrá también un taller para que los más pequeños se vayan familiarizando con este exquisito producto nacido de la cocina de la necesidad y convertido hoy en un exquisito manjar. Pero, sin duda, el momento más espectacular de la conmemoración es el de la elaboración de la coqueta más grande, cuyo récord hasta la fecha lo ostenta la blanca del año 2009 que pesó 11,3 kilos. Dos años después se realizó la primera coqueta bicolor, que tiene un alto grado de dificultad técnica, que alcanzó los 11 kilos.
Cabe destacar la participación de decenas de voluntarios en el desarrollo de la Festa, desde el destacado papel de las mondongueras en la demostración de la elaboración del producto, al de los voluntarios que controlan el fuego y la temperatura de cocción de los dos calderos y las brasas para las dos grandes parrillas en que se preparan las raciones, pasando por los que las proporcionan al numeroso público siempre presente.
Las coquetas se elaboran con sangre de cerdo -las negras, que también las hay blancas y no la llevan-, pan, manteca, caldo, azúcar, sal, anís en grano, canela y pimienta. Se amasan en forma de rosquilla con un agujero en medio. Originariamente, éste servía para su conservación, colgándolas en la despensa con un palo o una cuerda en los meses de invierno, ya que se elaboraban con la matacía del cerdo en enero, y se solían utilizar posteriormente en el puchero.
