El ayuntamiento de Beranuy, un pequeño municipio ribagorzano del valle del Isábena, ha alertado del elevado número de accidentes e incidentes que se están sucediendo en los últimos meses en el tramo de los túneles de Obarra de la A-1605. El aumento general de la circulación rodada y, en especial, el sustancial incremento del paso de vehículos pesados por esta vía debido a los prolongados cierres y a las dificultades de todo tipo para el tráfico que están generando las obras de acondicionamiento en el vecino tramo entre Campo y Seira de la vecina N-260 ha agravado una problemática ya existente de antiguo y sobre la que, pese a las reiteradas demandas, no se ha actuado hasta la fecha.
El problema principal que denuncian los usuarios de la A-1605 en la zona de los túneles que salvan el paraje del congosto de Obarra se encuentra especialmente en el segundo de estos túneles, una obra construida en “ese” con puntos ciegos en ambos sentidos de marcha y sin mayor iluminación que unos pequeños pivotes reflectantes –prácticamente invisibles en horas diurnas- al que los conductores llegan, sobre todo los que circulan en dirección norte-sur con el sol de cara, deslumbrados y se topan con la negrura más absoluta y con una cerrada curva que hay que intuir con muy escaso tiempo de reacción.
Una circunstancia que propicia un evidente peligro a la circulación rodada que estos últimos dos años se ha incrementado sobremanera al utilizarse la A-1605 como principal alternativa de acceso o salida del valle de Benasque por las obras en curso en el Eje del Ésera. Jesús Guitart, alcalde de Beranuy –municipio en cuyo término municipal se encuentran los túneles- señala que, «ante las reiteradas quejas y advertencias de muchos conductores que circulan por la zona», su consistorio está preparando una propuesta de resolución en demanda de apoyo para elevarla al pleno comarcal que se va a celebrar este mes de noviembre «pero -señala- pensamos tanto que es necesario hacer un llamamiento a la prudencia en la circulación por ese tramo como que no estaría de más actuar antes, y de forma urgente, en la instalación de algún tipo de señalización e iluminación, aunque sea provisional, porque este túnel es muy peligroso y nos está dando demasiados avisos en los últimos meses».
Como Guitart, Angel Aventín, un habitual usuario de la carretera, certifica la peligrosidad de este tramo de la A-1605. «Yo, personalmente, he solicitado al alcalde en repetidas ocasiones que se actúe allí porque es una auténtica espada de Damocles permanente para los conductores, en especial para las gentes que no conocen la carretera que están aumentando considerablemente por las complicaciones de paso en la N-260 y que al llegar a este segundo túnel se encuentran con un muro porque no esperan una curva tan cerrada y sin iluminación a tan pocos metros de su boca», comenta.
Organizador el pasado verano de un concurso fotográfico sobre el río Isábena, Aventín recuerda que varios de los participantes le contaron entonces sus problemas en este punto de la vía, «ya que no conocían la carretera y se llevaron unos sustos tremendos en este segundo túnel del congosto de Obarra».
