Frente a la casa donde nació en 1896 nació, Bonansa rindió homenaje al político y editor Joaquín Maurín este pasado miércoles 4 de agosto.
El historiador Alberto Sabio Alcutén, director del Instituto de Estudios Altoaragoneses, ofreció una conferencia ante un atento y numeroso público sobre este ribagorzano que fue, en lo político, uno de los personajes más importantes de principios del siglo XX en nuestro país como teórico marxista por excelencia y líder de algunas de las organizaciones obreras más importantes de la España de los años 1920 y 1930 como la CNT o el POUM.
Como recordaba el alcalde local, Marcel Iglesias, en la presentación del acto «la existencia de Maurín fue intensa y su compromiso con la justicia social le llevó a sufrir la represión durante toda su vida». El también presidente ribagorzano destacó la inteligencia, compromiso y capacidad de análisis de la realidad, del homanajeado a quien definió como «el mayor y más lúcido ideólogo del marxismo español» y un líder político «carismático muy querido por sus seguidores».
En su conferencia, el profesor Alberto Sabio consideró que la vida de Maurín resume el devenir del movimiento obrero en España y en Europa. Bebió del regeneracionismo de Joaquín Costa, comenzó en Huesca su activismo junto a personas como Ramón Acín en la revista Talión y, ya en Cataluña, ejerció como maestro y entró en contacto con la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), de la que llegó a ser secretario general tras su primer viaje a Moscú como delegado a la Internacional Sindical Roja en 1921.
El político ribagorzano viró posteriormente hacia el comunismo fundado la Federación Comunista Catalano Balear (FCCB), parte integrante del Partido Comunista (PCE).Tras otra estanciaen Moscú abandonó la ortodoxia soviética siendo uno de los primeros en alertar de la deriva totalitaria del estalinismo y busco una reorganización del movimiento obrero a través del Bloque Obrero y Campesino (BOC) que, junto a la Izquierda Comunista (IC) de su amigo Andreu Nín, constituyeron el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) en 1935 del que Maurín fue también secretario general.
Con la deriva de la situación en España y la Guerra civil, su encarcelamiento durante 10 años en las cárceles franquistas y su largo exilio en EEUU, Maurín evolucionó su posición ideológica hacia la socialdemocracia.
Nunca dejó de escribir, ya fuera en diferentes seminarios como El Talión, Lucha Social o La Batalla, o en sus múltiples libros como Los hombres de la dictadura, La revolución española,Hacia la segunda revolución, En las prisiones de Franco o una especie de autobiografía llamadaAlgol.
El activismo político de Maurín le llevó a sufrir la represión, la cárcel y el exilio durante gran parte de su vida. Y es precisamente su etapa como exiliado en Nueva York, la más desconocida de su vida, la que centró la conferencia del profesor Alberto Sabio quien reveló detalles desconocidos del homenajeado como el porqué de su exilio precisamente a la ciudad de los rascacielos desde su liberación en 1947 hasta su muerte en 1973. «Maurín, con la imprescindible ayuda de su esposa Jeanne, reorientó su vida hacia el periodismo y hacia la literatura y creó una agencia literaria impresionante, la American Literary Agency, desde la que fue agente de grandes nombres de la literatura en español como Ramón J Sender, Francisco Ayala, Ramón Gómez de la Serna o Pablo Neruda entre otros muchos, a los que ayudó enormemente a labrarse un camino en el exilio», señaló el conferenciante recalcando que en Nueva York tenía contacto con los intelectuales más importantes del momento, desde Ortega y Gasset hasta Adous Huxley.
Alberto Sabio señaló, así mismo, que Maurín nunca olvidó sus raíces en Bonansa, recordando que hasta su encarcelamiento volvía aquí todos los veranos y durante su exilio tuvo a Aragón y a Bonansa «muy presentes» y hasta imaginó su vuelta y la escribió en su novela Algol.
Maurín no pudo volver, pero sus cenizas regresaron al Pirineo en 1981 y desde entonces descansan en el cementerio de Bonansa.
