El Ayuntamiento de Biscarrués y el Club Ciclista Reino de los Mallos valoran muy positivamente la celebración de esta quedada con la colaboración del área de Deportes de la Comarca de la Hoya de Huesca y Murillo Bike Planet.

Este sábado 22 más de una veintena de chicos y chicas entre 5 y 12 años disfrutaron de un circuito de habilidades en la plaza de Biscarrués donde recibieron una clase práctica para mejorar sus habilidades en el mejor manejo de la BTT.

A continuación realizaron un bonito recorrido por el camino de la dula y la orilla del río Gállego donde pudieron disfrutar de muros de piedra seca, un bosque y hasta cangrejos. Diversión y deporte para crear escuela en este deporte entre los niños de la Galliguera y oscenses. El sol acompaño la jornada para darle más brillo.

El plato fuerte llegó el domingo 23 donde 40 participantes, 20 en cada ruta tuvieron una mañana intensa de descubrir un territorio tan interesante como desconocido por el entorno del río Gállego.

El primer tramo se realizó de forma conjunta por el camino de la dula hasta Ardisa, desde donde la ruta corta subió hasta el impresionante despoblado de la Sierra de Los Blancos que dio lugar a reflexiones sobre la forma de vida pasada y actual, a continuación por anchas pistas repletas de huellas de animales el recorrido alcanzo el punto más alto de la ruta para iniciar un descenso por un bonito barranco abancalado que llego hasta el río Gállego para apreciar los colores otoñales y tras cruzarlo por el puente de Ardisa se finalizaron los 22 kilometros de la ruta por la orilla del río y el paseo por las calles del pueblo descubriendo los Muretes de arte.

El grupo de la marcha de 33 kilómetros tras dejar Ardisa iniciaron una subida progresiva de pista hasta la escondida ermita de San Juan de Barto, muy llamativa por sus arcos góticos, a continuación atravesaron un bello pinar llegando al pueblo de Sierra Estronad donde se dejaron sorprender por la monumental Carrasca O Tensino y pudieron descubrir su vida en boca de uno de sus 4 habitantes. Demostrando que el ciclismo te puede acercar a realidades rurales de nuestro territorio. Este punto fue el más alto de la ruta y permitió a los participantes parar para recuperar fuerzas. De ahí se partió en descenso por la pista de la Zapata, pasando por la Piedra Gritadera hasta el Puente de Hierro de Santa Eulalia donde se cruzó el río para volver por el bonito «Camino de los Sentidos» hasta Erés y Biscarrues.

A las 14 horas se acabo con una buena comida donde se pudo ver la satisfacción de los participantes en Biscarrués.

Además, la organización ofreció guías titulados, seguro y asistencia mecánica.

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