El Festival de la Ribagorza, Clásicos en la Frontera, hizo parada el pasado sábado en Benabarre. Concretamente en su monumental iglesia parroquial, escenario de la actuación del “Alenta Dúo”, la formación de los oscenses Ana Valero y Raúl Viela que ofrecieron un interesante concierto de viola y guitarra lastrado en algún momento por las especiales condiciones acústicas de un templo que, por su grandiosidad y las resonancias y ecos que genera, tal vez no sea el recinto más adecuado para acoger este tipo de recitales más íntimos.
Máxime teniendo en cuenta que Benabarre cuenta con otros espacios monumentales que podrían acoger también recitales sin ningún desdoro como la sala grande del castillo-fortaleza de la localidad o la capilla del recientemente restaurado hospital medieval de santa Elena.
Adecuación del escenario al margen, y ante una nutrida concurrencia, el “Alenta Dúo” ofreció un interesante con dos programas muy definidos: el de la primera parte del recital que, bajo el título genérico de “En las dos orillas”, estaba compuesto por obras de compositores españoles e iberoamericanos del pasado siglo XX -Domeniconi, Ayala, Villa-Lobos, Sarasate y Piazzola-; y el de la segunda que fue un “Homenaje a Enrique Granados” con obras del propio Granados y de Manuel de Falla.
Un interesante concierto que recibió el calor del público asistente.
