El entorno del Valle de Benasque ha servido de inspiración a la autora en sus obras anteriores y vuelve a estar presente como escenario adivinado en la novela “Como fuego en el hielo”, la tercera de la escritora altoaragonesa Luz Gabás, que fue presentada ayer martes en este rincón del Pirineo oscense.
La historia que nos cuenta esta nueva novela, que lleva camino de convertirse en un éxito editorial similar a la de sus predecesoras, arranca en el fatídico día en el que el joven estudiante Attua –nombre que la autora tomó de un lector cacereño que se acercó a solicitarle una dedicatoria en una anterior novela- tiene que ocupar el lugar de su padre al frente del establecimiento termal de la familia. Sabe entonces que se ha truncado su prometedor futuro en Madrid, lejos de una tierra pirenaica a la que no tenía ninguna intención de regresar. Junto al suyo, también se frustra con este regreso el deseo de Cristela, que anhelaba una vida a su lado y, además, alejarse de su insoportable rutina en un entorno hostil.
Un nuevo revés del destino pondrá a prueba el irrefrenable amor entre ellos y así, entre malentendidos y obligaciones, decisiones y obsesiones, traiciones y lealtades, Luz Gabás teje una bella historia preñada del romanticismo imperante en la época de la narración que atraviesa un conflictivo momento de la historia de España entre guerras carlistas y revoluciones políticas, económicas y sociales. En ese marco temporal, la novela ofrece al lector una historia de amor que traspasa todas las barreras y que lleva aparejada la construcción de un sueño en las indomables montañas que separan Francia y España.
Con la propia Benasque, o su trasunto “Albort” -el nombre que le dieron los árabes a la villa- en la narración, y Panticosa en la vertiente española y Cauterets y Luchon en la francesa como lugares físicos en los que se desarrolla buena parte de la acción, las montañas y las gentes de este territorio laten en esta narración que llega tras el éxito editorial de “Palmeras en la nieve” (2012) y de “Regreso a tu piel” (2014) para contar una historia que se adentra en la convulsa época de la España de mediados del siglo XIX. Unos amores que se enfrentan a las mayores dificultades, el honor y la superación personal de los protagonistas vertebran una narración fluida y apasionante a través de las vivencias de sus protagonistas, Attua y Cristela, que luchan contra un destino empeñado en robarles su felicidad.
La narración, la primera publicación por la que apuesta la editorial Planeta en este recién iniciado 2017, traslada al lector a un territorio fronterizo entre Francia y España justo en el momento en que comienzan a funcionar los grandes balnearios como punto de encuentro de la nobleza y la alta burguesía de la época. Unos balnearios que todavía se conservan en las cuatro localidades elegidas como escenario de una narración que cuenta la historia del amor imposible de Cristela, una mujer atrapada entre dos vidas, y Attua, un hombre encerrado en una vida no deseada. Aún hay un tercer protagonista con gran importancia en la trama de la obra que la escritora invita al lector a descubrir.
Luz Gabás comenta que se trata de su novela más íntima hasta la fecha en la que profundiza en aspectos como el amor, las renuncias o los conflictos no deseados que siempre están presentes en su narrativa. «Es una novela mucho más profunda y con personajes más complejos que las dos anteriores», abunda la autora que considera estos tres trabajos literarios como una «trilogía emocional» en la que aborda una reflexión sobre la vida y la muerte.
Gabás apunta que muchos de los sucesos de su última novela están inspirados en hechos y personajes reales que vivieron durante las convulsas y complejas décadas de mediados del siglo XIX en un territorio español fronterizo con Francia «aislado, inhóspito e inexplorado» que sufrió las mismas zozobras políticas y sociales que el resto del país. Es también el momento en que empiezan a aparecer en España los primeros viajeros foráneos imbuidos en un sentimiento romántico presente en toda la narración. Y la del comienzo del pirineísmo y de las primeras mujeres –aristócratas y altas burguesas rusas, francesas o inglesas- que hacen excursiones disfrutando de su libertad en las dos vertientes del Pirineo, hechos todos ellos que tienen una notable importancia en el desarrollo de la acción dramática de la narración. «Quería que “Como fuego en el hielo” fuera una novela romántica por la época en que sucede y por los sentimientos que mueven a los diferentes personajes», explica la autora.
Pero la novela es así mismo una crónica de la creación y consolidación del turismo termal, de la conversión de las humildes casas de baños en cada vez más imponentes complejos balnearios que se convirtieron en el lugar favorito de las clases altas europeas. «En la parte española –comenta la autora-, algunos emprendedores se lanzaron a la aventura de crear villas balnearias imitando a las francesas». El ejemplo más conocido es el balneario de Panticosa aunque, como recordaba ayer Gabás, también el balneario de Benasque arrancó con ambición su transformación a comienzos del siglo XIX gracias, entre otros factores, al apoyo económico de la duquesa de Alba.
Las pésimas comunicaciones impidieron el despegue de un complejo termal benasqués que, como otros varios de la zona española, no pasó de tener una clientela principalmente autóctona lastrado por sus accesos casi imposibles. Los recuerdos infantiles y juveniles de la autora en este establecimiento, «un edificio tremendamente inspirador», reconocía la propia Luz Gabás, están en el germen de esta novela que juega en su título con la lucha entre el fuego y el hielo como una metáfora entre la pasión y la razón que se enfrentan en la toma de decisiones de los protagonistas a lo largo de toda esta narración que ofrece un vívido fresco del período comprendido entre 1843, justo cuando termina la regencia de Espartero, y 1868, una fecha clave que marca el final del período romántico y, en España, el del reinado isabelino.
