La localidad pirenaica de Chía sufrió el pasado domingo dos pequeños seísmos que se saldaron sin daños materiales pero ocasionaron un cierto temor entre los vecinos, varios de los cuales reconocen haber oído un estruendo y sentido un evidente movimiento del suelo, especialmente cuando se produjo el segundo de los temblores .
Como recuerda el alcalde, Enrique Barrau, el primero de ellos tuvo lugar sobre las 8,15 horas , con una intensidad de 1,9 y una profundidad de 11 kilómetros teniendo como epicentro la partida conocida como “Las Matosas” a unos 500 metros al oeste de la población. El segundo llegó una hora después, a las 9,18, y tuvo una intensidad algo mayor, de 2,7 en la escala de Richter, y una profundidad de 10 kilómetros localizándose su epicentro en la partida de Raicholi, en el extremo sur de la Sierra de Chía y al sudoeste de la localidad.
«En el pueblo sentimos especialmente el segundo, que vino precedido de un fuerte ruido parecido a un trueno y varios vecinos comentaron que se les habían movido las mamparas y algunos muebles», explica el edil. Algo que corrobora Santiago Ferrando, un vecino del pueblo quien reconoce que él personalmente no se enteró, ya que estaba trabajando en el campo con el tractor, pero que en su casa oyeron «perfectamente» el estruendo provocado por el segundo de los seísmos y notaron este temblor sísmico que se saldó sin mayores incidentes.
