El alcalde, Álvaro Burrell, y el concejal de Urbanismo, Gonzalo Palacín han inspeccionado las obras de la Fase V del cementerio municipal, que se han dado por concluidas a falta de pequeños detalles de cierre. Los trabajos han consistido en la instalación de cuatro bloques de nichos (en total: 144 unidades) y varias decenas de columbarios, la urbanización de una plazoleta de estancia (con bancos y fuente), la prolongación del vallado paralelo al camino y la apertura de una puerta a medio trayecto de este (“muy solicitada por las personas mayores para evitarse rodeos”, ha comentado el alcalde). La inversión se ha elevado a 174.000 euros (IVA incluido) y los trabajos los ha ejecutado la empresa Paobal.
El vallado del perímetro, en un par de años
Burrell ha informado de que el equipo de gobierno va a hacer planes para que el vallado de todo el perímetro sea una realidad en un par de años. En este sentido, cabe recordar que la parcela municipal llega hasta el camino del Adamil y está delimitada por una valla metálica sencilla.
“Lo cerraremos en dos o tres fases y a la vez sanearemos la parte de la parcela en la que todavía no se ha actuado. Creo que el vallado uniforme y la limpieza del solar le darán mayor prestancia y dignidad a un lugar muy especial para los vecinos”, ha añadido.