El Club Montisonense de Montaña en su sección de senderismo, se desplazó este pasado domingo hasta la localidad de Ballabriga, en el Valle del Isabena, para realizar una bonita ruta al Congosto de Obarra por el Camino de la Croqueta.
«La excursión que proponemos es una ruta lineal que, con apoyo de autobús, parte desde la localidad de Ballabriga donde cogemos el GR-18.1, el Camino de la Croqueta, que recorre Valle arriba, siendo un excelente mirador del Congosto de Obarra. El camino, siempre panorámico, se adentra en extensos robledales que a estas alturas de otoño muestran su amplia paleta de ocres», apuntan los organizadores señalando que, según cuentan los lugareños, antaño, cuando el ganado subía valle arriba, aprovechaban los estrechos pasos en la roca para contar las ovejas; lo angosto del camino, condicionaba al ganado a pasar de uno en uno, facilitando el recuento, y cada 100 cabezas los pastores realizaban una “croca” (muesca) en el palo para facilitar el recuento, de ahí el “Camino de la Croqueta”
Sobre la excursión dominical comentan que «tras 2 horas y media de marcha, abandonamos el Congosto y tras cruzar el Barranco de Espés comenzamos el ascenso hasta la localidad de Alíns, entre bancales y amplios pastos, el camino de herradura asciende firmemente hasta dicha localidad. Pertenece a Laspaúles siendo el pueblo más oriental del municipio, se alza en un bello enclave natural desde donde se divisa el cauce del río Isábena, está formado por un conjunto de viviendas donde podemos encontrar los modos populares de la arquitectura tradicional de La Ribagorza».
Desde Alíns descendieron hasta el Valle siguiendo el GR-15 por terreno rocoso para afrontar la última subida del día, primero por pinar, mas tarde por el hayedo que forma el Bosque de Pegá; desviándose los marchistas del GR-15 para llegar hasta el Refugio libre de Pegá primero y hasta el Mirador de Ansuilo después.
«Desde el Mirador, contemplamos todo el camino recorrido, excelentes vistas con las primeras nieves asomando por las altas cumbres. Sin duda se trata de un buen sitio donde descansar y cargar pilas. Tras el descanso, solo nos queda descender hasta el cercano Alto de Bonansa, donde finalizamos una gran jornada de senderismo con el buen ambiente que caracteriza al Club Montisonense de Montaña», comentan los participantes.
