El grausino Museo de Historia y Tradición de Graus ha inaugurado una interesante exposición temporal sobre el mundo del cine y su vinculación con la villa ribagorzana y que complementa en cierta medida la que actualmente se presenta en el Espacio Pirineos de la localidad sobre Andrés Burrel, pionero de la fotografía en Ribagorza.
Bajo el título “Cincuenta años que cambiaron el mundo del cine. Del celuloide al video”, la exposición analiza los cambios que vivió la industria cinematográfica hasta la irrupción del video y se adentra con carteles, afiches y maquinarias por el formato de 35 mm, con un proyector utilizado por un feriante en los años cincuenta del pasado siglo, y los formatos intermedios como el de 16 mm, casi para profesionales, el sistema Pathè Baby de 9,5 mm o el formato de 8 mm y su mejora con los formato de Single 8 y Súper 8. Este último fue la máxima expresión del “Cine Familiar” durante muchos años, a pesar de las dificultades que comportaba la compra de las películas, francamente caras, y todo el proceso de envío al fabricante para su revelado.
La muestra incide, así mismo, en el “Cine en el Juguete”, que acercó este mundo a los más pequeños, hasta llegar finalmente al formato video, que supuso una auténtica revolución, y los formatos próximos actuales, con la miniaturización de las cámaras, y la llegada de los teléfonos móviles.
La exposición dedica un recuerdo a las personas que iniciaron tímidamente el proyecto de “Tele Graus”; Vicente Turmo “Pallás”, que empezó filmando en Súper 8, y Antonio López “Baldomera”, que ya entró en el mundo del video.
Las más que notables colecciones dejadas por Turmo y los fondos particulares de otros colaboradores del Museo como Eugenio Lucas, José Antonio Betato o José Manuel Buetas han servido para poner en pie esta exposición que recuerda grandes películas con sus affiches originales, sus fotografías promocionales de las carteleras y los programas de mano. Y en relación al cine comercial en Graus, donde llegaron a funcionar dos salas a la vez, hay una selección de los programas de mano que se entregaban a la salida de misa de 12 los domingos y se ha dedicado un espacio a las películas que se filmaron en la localidad y que contaron con la colaboración de la gente del pueblo en pequeños papeles o como extras.
Como de costumbre en las propuestas del Museo, está previsto que esta exposición temporal se mantenga hasta vísperas de la próxima Semana Santa.
