Con la presencia del obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, se convoca a todos los vecinos de Barbastro, cofrades, fieles y amigos de la virgen del Plano y de este emblemático lugar a una romería que partirá a las 12 h. el domingo 11 de junio desde la Cruz de Santa Bárbara. Además, el Niño Jesús que sostiene la Virgen recupera su brazo izquierdo tras haber sido sustraído de la talla que se encontraba en la catedral de Barbastro.
Ya en la ermita se celebrará la eucaristía cantada por el Grupo Tradiciones. Más tarde, en la explanada exterior, el Grupo de Danzas Populares de Barbastro, que dirige Pepi Jara, bailará el Vals de la Virgen del Plano con partitura musical de Blas Coscollar, letra de Rafael Fernández de Vega Arcarazo, entonada por Tradiciones y música de Los Gaiteros del Somontano.
Al mediodía, vino español previo a la comida de hermandad a base de ensalada, paella mixta, postre, vino, café y helado. La adquisición de tickets, al precio de 10 €, en Estanco Avenida, Frankfurt Escofet y Estanco de la calle Saint Gaudens. A media tarde, juegos populares tradicionales y chocolatada, conforme a la costumbre de la Cofradía. La priora María Pilar Toro ha invitado a “la participación de los barbastrenses en una de las romerías más antiguas de Barbastro, cuya tradición se remonta al año 1595, fecha en que se construyó la primera ermita dedicada a la Virgen del Plano”.
La actual es posterior y se mantienen “muchas necesidades” tras las obras realizadas hace un año para sustituir la antigua cubierta porque amenazaba riesgo de derrumbe. La aportación del Obispado de Barbastro-Monzón, por 50.000 €, hizo posible la ejecución de una parte del proyecto de rehabilitación de la ermita, obra de la arquitecta barbastrense Ana Torres, que incluye nuevas actuaciones.
Los recurso actuales “disponibles” procedentes de las cuotas anuales de 85 cofrades solo permiten “una parte del vallado o bien, menos superficie, por lo que esperamos los resultados de la petición realizada a la Obra Social Iber Caja, que nos permita la posibilidad de cerrar todo el entorno. Así, se evitará que la ermita sea, todavía, lugar para botellones y destrozos que se aprecian en el interior, mitigados por tareas de limpieza de escombros y basuras realizadas por cofrades y voluntarios con objeto de dignificar el lugar”. Por otra parte, se ha gestionado la posible cesión en uso del espacio exterior por parte del Obispado al Ayuntamiento para que se ocupe del mantenimiento de la “zona verde” ante la imposibilidad de que lo haga la Junta por falta de medios.
El domingo próximo, la talla de la Virgen del Plano “estrenará” el brazo izquierdo del Niño que sostiene la bola del mundo tras la reposición realizada por el anticuario Paco Jiménez, de Alquézar. La “desaparición” se detectó, de forma casual, en febrero de este año en la talla que se conserva en una capilla de la Catedral. La imaginería es sencilla y tiene más valor sentimental y afectivo que artístico entre los cofrades de la Virgen del Plano, herederos de la tradición iniciada en el año 1595, por lo que “nunca hemos entendido que alguien se llevara el brazo del Niño”, señaló la priora María Pilar Toro.
“Es lamentable que pasen estas cosas y menos en la catedral de donde nunca se llevan nada. Al margen de devociones, y de advocaciones religiosas no tiene explicación que una imagen consagrada sufra los efectos del, posible, robo. Es que no tiene ningún sentido… ¿para qué sirve el brazo de un Niño con la bola del mundo en sus manos?”…. De momento, se ha “repuesto” el brazo para que la Virgen y el Niño vayan “completos” en la procesión de la romería del domingo próximo.
La ermita situada en las proximidades del río Vero forma parte de la historia de Barbastro con referencias muy antiguas aportadas por el historiador Gabriel Sesé”. Los bienes desaparecieron con la desamortización y en las Actas del Cabildo se constatan la importancia de la ermita con la costumbre de celebrar romerías y fiesta hasta junio de 1997. En los últimos años se ha recuperado la fiesta tradicional gracias a la Cofradía tras un largo paréntesis temporal de abandono y deterioro progresivo en la ermita con iglesia y vivienda.