Con la instalación en la acera del último cuerpo de la valla de madera (elemento de seguridad), la semana pasada concluyeron las obras de urbanización y acondicionamiento de la calle Camino del Sosa que corre paralela a la margen izquierda del río entre el puente de la carretera N-240 y el tanatorio situado al final del paseo, de unos cien metros de longitud.
La empresa Horpisa se encargó del asfaltado y la Brigada de Servicios de la construcción de una acera de dos metros de anchura junto al talud del cauce y la instalación de la valla de madera. El lugar ofrece 39 plazas de aparcamiento a poca distancia del casco urbano.
El Ayuntamiento planificó la obra tras sujetar la CHE el talud meses atrás dentro de la actuación de limpieza del cauce (muy castigado por las avenidas del año pasado). El alcalde, Álvaro Burrell, valoró el “gasto mínimo” gracias a la colaboración de la Concejalía de Servicios, la mejora de la imagen del río y la ganancia de varias plazas de aparcamiento con la nueva delimitación.
