La emoción y la satisfacción fueron las notas dominantes en la clausura del curso 2020-21 del Centro Público de Educación de Personas Adultas de La Ribagorza (CPEPA La Ribagorza) que, en estos complicados meses pandémicos, se ha desarrollado sin ningún incidente digno de mención.
El convenio de colaboración entre la Comarca de la Ribagorza y el Departamento de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Aragón ha permitido que centenares de usuarios del territorio hayan podido participar de un año escolar más con un calendario de cursos y acciones que se han podido mantener pese a las circunstancias sanitarias. Las limitaciones de aforos, la necesidad de adaptar la metodología con medios no presenciales y la adecuación de espacios y rutinas a la realidad vigente han facilitado, gracias a la responsabilidad y respeto general, ejecutar un amplio programa educativo y social.
Tanto los efectos de la covid como las obras de acceso por carretera al Valle de Benasque han provocado modificaciones de organización que el equipo educativo del CPEPA La Ribagorza ha solventado con buena coordinación y el desarrollo de nuevas metodologías. Desde la Comarca de La Ribagorza se ha mantenido el servicio en el territorio sur y oriental con los cursos de memoria en quince localidades, además de impartirse módulos de informática, español como nueva lengua (Campo), la parte teórica del carné de conducir (Campo) y dos bloques teóricos (tercero y cuarto) y uno práctico del Certificado de Profesionalidad de Atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales.
“Dentro de la tensión y el riesgo en un año complicado, la gente ha venido de manera muy regular y encantada durante todo el curso. Nos ha tocado ser más responsables y comprensivos con las medidas y se ha contado con el apoyo de los Ayuntamientos en la adecuación de las medidas en las aulas y el respeto de los alumnos que han entendido que teníamos que estar con las ventanas abiertas para ventilar pese a estar en invierno. Hemos hecho las cosas como había que hacerlas”, recuerda Angela Sarriera, profesora del CPEPA La Ribagorza.
El perfil de los alumnos apuntados es diverso, aunque un alto porcentaje corresponde a participantes de mayor edad, sobre todo en los cursos de memoria, más vulnerables durante la actual pandemia, lo que ha extremado las medidas de seguridad en cuanto a espacios, ventilación, uso de gel y mascarillas. La limitación de plazas ha hecho, por ejemplo, que en el Certificado de Profesionalización, desarrollado en Graus, únicamente hayan podido asistir trece alumnas por grupo, un ratio inferior al de un periodo sin incidencias.
Los cursos de memoria han vuelto a ser los más solicitados. Los educadores de la Comarca de La Ribagorza han mantenido este servicio en los núcleos de Sopeira, Arén, Puente de Montañana, Tolva, Segarras Bajas, Benabarre, Caladrones, Torres del Obispo, La Puebla de Castro, Capella, Laguarres, La Puebla de Fantova, Besians, Campo y Graus, donde hubo tres grupos. A la atención mnemotécnica en esta ocasión se ha subrayado el carácter de protección emocional y psicológico ante la incertidumbre provocada por la situación sanitaria. “Les debo un abrazo a cada una de mis alumnas. Les he prometido que cuando sea posible se lo voy a dar a todas, porque tan importante es la enseñanza como la afectividad, la piel y el contacto”, reconoce Sarriera.
La actividad de los educadores de la Comarca de La Ribagorza apoya la reducción de la barrera digital desde los cursos básicos de informática, la mejora de la movilidad con el acceso al carné de conducir en zonas donde no hay autoescuelas cercanas y la apertura hacia la integración de nuevos pobladores con la enseñanza del castellano como lengua extranjera.
Tras el parón del verano se retomará la actividad de centro para un próximo curso que se espera se pueda activar en la normalidad a partir del mes de septiembre. Pueden encontrar más información en la web del centro (http://cpeagraus.educa.aragon.es/blog/) y en sus redes sociales.
