Mari Carmen Morillo Lalana es la definición de emprendedora rural que abrió sus puertas hace casi 20 años y con casi esa misma edad, por lo que desde esa fecha ha mostrado siempre una energía creativa fuera de lo común, su alta sensibilidad artística y sensitiva ha encontrado en la joyería artesanal la forma de expresar sentimientos y convertirlos en joyas.
A través de la joyería artística crea piezas únicas que transmiten emociones, llegando a lo más profundo de la esencia de cada persona, haciendo vibrar su interior. Motivada e ilusionada investiga y estudia detenidamente nuevas técnicas, con la intención de transmitir a las personas la emoción y dedicación que hay detrás de cada una de las joyas.
Llegado este año tan irreal para todos, Mari Carmen empezó a pensar en cómo podía aportar su granito de arena para ayudar a todas esas personas que acuden a diario a los bancos de alimentos “me sentí impotente al ver cada día en los medios de comunicación como crecía el número de personas que tenían que ir a los bancos de alimentos de toda España para pedir ayuda y cubrir algo tan básico como es la alimentación”.
Desde su joyería artesana de Sariñena y dándole muchas vueltas a su espíritu solidario y a la par emprendedor comenzó su proyecto “hoy en día los autónomos no estamos para poder donar dinero, pero lo que si podemos hacer es trabajar más, reinventarnos y crear nuevas iniciativas para que nuestro trabajo se transforme en dinero y poder colaborar con toda esa gente que lo necesita”, y así nació Esperancita “es mi ‘niña’, la niña sonriente que va a llevar una pequeña esperanza a estos hogares tan necesitados”, explica.
Mari Carmen presentó su proyecto a FESBAL (Federación Española de Bancos de Alimentos) “son 54 Bancos de alimentos Españoles asociados en esta pandemia, cuya ayuda hacen llegar a más de millón y medio de personas necesitadas, cifra que aumenta a diario”, señala la joyera indicando que FESBAL enseguida acogió su propuesta “Esperancita es un proyecto ilusionante en el que he contado con la implicación y colaboración especial de la empresa Carpintería Metálica Villanueva, logrando así que mi proyecto impulse un diseño único, sencillo e innovador nacido de la sinergia entre la plata y el aluminio”.
La colección está compuesta por colgantes, pendientes, anillos, pulseras, pin y llaveros, con diferentes acabados y tamaños, que se pueden ver y adquirir en la tienda Cam Joyería en la Plaza España de Sariñena, así como en las redes sociales (camjoyeriaartesana) o a través del email esperancitajoyas@gmail.com
Cabe destacar que cuando se compra una ‘Esperancita’ se aporta el 20% del beneficio a FESBAL “se presenta en una cajita con un librito explicando el significado de la joya”, comenta su creadora que ha diseñado todo el merchandising que acompaña a esta joya sonriente en la que se ha cuidado hasta el último de los detalles, haciendo que cada Esperancita sea única y, sin duda alguna, se aprecia el esfuerzo, la creatividad, dedicación y solidaridad de la joyera que está detrás y que ha sido capaz de poner brillo a esta pandemia.
