Esta semana se han dado por finalizadas las obras de ampliación de los vestuarios de la piscina climatizada (prácticamente, una “aspiración” desde su inauguración, pues el elevado uso de la instalación enseguida demostró que había que ganar espacio). El contrato fue adjudicado a la empresa Paobal por 106.000 euros (IVA incluido) y plazo de ejecución de dos meses, si bien el desarrollo de los trabajos alteró estas previsiones.
La apertura del falso techo reveló que las conducciones eléctricas y del sistema de climatización no eran las adecuadas y debían cambiarse. Por otro lado, también se comprobó que las cabinas existentes precisaban mejoras (sobre todo las baldosas y los suelos) y se hicieron las reformas pertinentes.
Las actuaciones incorporadas al proyecto primitivo han generado un gasto añadido de cerca de 50.000 euros. El alcalde, Álvaro Burrell, manifestó que “los usuarios de las piscinas deben saber que el retraso de la entrada en servicio de los vestuarios obedece a una mejora del proyecto. Las deficiencias detectadas no se podían pasar por alto en modo alguno. Lamento las posibles molestias, pero el problema ha sido ajeno a la gestión de este equipo de gobierno. En todo caso, la espera ha valido la pena”.
Con esta obra se han ganado unos 70 metros cuadrados (gran parte del antiguo vestíbulo y el despacho de recepción) y la actuación ha alcanzado a una superficie de unos 350 metros cuadrados. La entrada por la calle del Tenis ha quedado anulada y ahora se accede por la puerta de la calle de los Deportes más próxima a la piscina, antes prácticamente sin uso.
