La exposición Cien años sobre el cielo de Huesca aterriza en Jaca para dar a conocer la historia de la aviación de la provincia. Un siglo de aventuras protagonizadas por algunos pilotos como Gregorio Campaña que son ya historia de la aeronáutica altoaragonesa y cuyos vuelos se pueden disfrutar a en Jaca gracias a esta muestra de la Diputación Provincial de Huesca que se puede ver en la Jacetania por la implicación de la Comarca, el aeródromo de Santa Cilia y el Ayuntamiento de Jaca.
La recopilación del material gráfico fue llevada a cabo por Luis Ferreira y la Fototeca Provincial, en cuyos archivos se conservan algunas de las imágenes que hasta el 29 de octubre cuelgan de las paredes del Palacio de Congresos de Jaca. Colecciones privadas, así como las aportaciones del archivo histórico del Ejército del Aire y del Aeroclub Nimbus completan el contenido que se pudo ver por primera vez en Huesca cuando se cumplieron esos cien años.
En palabras de la responsable provincial de Cultura, Berta Fernández, se recoge el trabajo de diferentes fotógrafos “que nos dan idea de lo especial que es la cultura aeronáutica en la provincia”. De hecho, tan solo ocho años por detrás del vuelo de los hermanos Wright, reconocido como el primer vuelo de la historia, en 1911 empezaban las primeras pruebas de aviación en Huesca, “iniciando una larga tradición por la ilusión de volar que ha ido atrapando a muchos vecinos de la provincia hasta hoy en día”. En la apertura de la exposición en Jaca, Berta Fernández ha querido resaltar “los excelentes resultados que solo se obtienen cuando se logra generar sinergias tan positivas como ésta entre lo público, lo privado y lo asociativo”, en referencia al hecho de que los jacetanos puedan descubrir esta historia.
Algunas de las 50 fotografías que componen esta selección fueron tomadas por fotógrafos de reconocido prestigio dentro y fuera de nuestra provincia, como fueron Elías Viñuales, Vicente Plana o Mariano Gómez Zamora, cuyas obras ahora se encuentran conservadas entre los fondos de la Fototeca. Todos ellos, cada uno en su estilo y en su época, quedaron fascinados por la ilusión del hombre por alzar el vuelo, y es gracias a sus objetivos que hoy tenemos constancia de las hazañas de pilotos como Campaña, Ara o los hermanos Bescós.
La muestra pone el foco en los primeros cien años de historia del sueño de volar, pero la aviación es un mundo que sigue evolucionando. A esta cuestión se refería Susana Lacasa, consejera cultural de la Comarca de La Jacetania, quien ha señalado la importancia de esta exposición que, aunque ofrece una mirada al pasado, también nos devuelve al presente, “reconociendo el trabajo incansable que lleva realizando desde hace años el aeródromo de Santa Cilia, haciendo difusión del deporte, dando visibilidad a la comarca desde el aire y acercando este deporte a personas con discapacidad”, ha destacado.
Junto a Berta Fernández y Susana Lacasa, ha estado Luis Ferreira, director del aeródromo de Santa Cilia, y la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Jaca, Olvido Moratinos, quien ha animado a todos a visitar la exposición, especialmente al público infantil, para quienes el mundo de los aviones resulta especialmente atractivo. La exposición estará abierta al público hasta el próximo 29 de octubre, en horario de 19 a 21 horas.
La provincia, pionera en el vuelo sin motor
Quien se acerque hasta el Palacio de Congresos podrá hacer un viaje al pasado a través de uno de los medios de transporte más modernos que se conocen. No solo a través de las fotografías, sino también gracias a las distintas publicaciones, revistas de aviación, y documentos que se pueden apreciar en la exposición, entre los que destaca los planos originales del Osca, el primer velero que surco los cielos de Huesca, construido por Francisco Arnal en 1932.
El director del aeródromo de Santa Cilia, Luis Ferreira, destacaba el valor histórico de algunos de los documentos y la esfuerzo tanto del aeródromo como del Aeroclub Nimbus por recoger el testigo de todos aquellos que han contribuido a la historia de la aviación en la provincia y que ahora se puede ver en la exposición: “se recupera el espíritu de todas esas personas que creían en un sueño, el sueño de volar y cuyas hazañas e intentos, muchas veces frustrados porque terminaban estrellándose, han hecho que hoy podamos disfrutar de esos grandes aviones que permiten desplazarse de un lugar a otro del mundo en unas horas y de todas las demás ventajas que ha traído consigo la evolución de la aviación para el progreso y el desarrollo de la sociedad actual».
La aviación en Huesca se desarrolló de manera diferente a otras ciudades españolas alejándose del rol de mera observadora de competiciones o exhibiciones, y favoreciendo que sus ciudadanos se hicieran partícipes y acabaran formando parte de su historia, especialmente en lo relacionado con la especialidad de vuelo sin motor, en la que gracias a la labor de pioneros como el Huesca Aeroclub y la escuela de Monflorite llegó a contar con reconocimiento a nivel mundial.