No soy futbolero, colgué las botas en un partido de segunda regional entre el Pomar y el Alcolea de pasión desbocada. Pero en lo más profundo de mi ser, sigue buyendo el amor por el equipo de mi pueblo y la admiración por los que intentan hacerlo posible.
La confianza es, sin duda, la plataforma sobre la que debemos construir nuestro futuro. El Huesca de Petón es un claro ejemplo de ello. Tras alcanzar la Primera División y descender…no se rindió. Siguió trabajando por su sueño. Continuó, desde el esfuerzo diario, alimentando la confianza de su afición, quien decidió permanecer a su lado, no saltar del barco, remar. Y quizá, (¿cómo no pensarlo?) su fiel patrocinador, Huesca La Magia, le imprimió cierto carácter mágico, porque, queridos lectores, El Huesca vuelve a estar en primera.
A un humilde periodista como yo, que disfruta observando la actualidad, la realidad que le rodea, para obtener de ella las herramientas que nos permitan modelar un mundo mejor, esta firmeza que han mostrado equipo, afición y patrocinador, me ha provocado numerosas reflexiones. Hoy quiero compartir la más importante de todas ellas.
“Solo al soñar tenemos la libertad absoluta de imaginar para después despertar y crear”
En un contexto como el que estamos viviendo, en el que la Covid-19 y sus dramáticas consecuencias parecen invadirlo todo, una pequeña voz de esperanza se escucha para quien esté dispuesto a oírla. Es la voz de la S.D. Huesca. Como antes lo fue la de Peña Guara, que inició el camino donando la cuantía económica de su Galardón Félix de Azara, a los Grupos de Montaña de la Guardia Civil para material de salvamento.
Ahora, la S.D. Huesca, sus directivos y su masa social, tienen la oportunidad de devolver a esta provincia toda esa empatía llevando de forma altruista la marca de Huesca La Magia, para que esos recursos puedan invertirse en ayudar a mantener nuestra economía turística.