La recuperación, el mantenimiento y la puesta en valor de la historia y de las tradiciones están indisolublemente ligadas al presente y al futuro del municipio de Aínsa-Sobrarbe. Diversos proyectos dan fe del compromiso adquirido por parte de asociaciones, instituciones o ciudadanos independientes. El ejemplo más reciente es la publicación «Nacimiento Barrios Bajo y Mesón Viejo de Aínsa, y del Barrio Sudiera de Banastón», que se presentaba en el Centro Cultural de Aínsa el pasado 11 de septiembre.
Se trata de una investigación emprendida durante los meses más difíciles de la pandemia por el ainsetano José María Lafuerza Buil. Un año y medio después de que la curiosidad y el confinamiento incentivaran su motivación, Lafuerza veía materializada su idea en una cuidada selección de documentos, relatos e imágenes que se remontan a finales del Siglo XIX y que llegan hasta el año 1970. Muchos de ellos fueron cedidos desinteresadamente por aquellos vecinos y vecinas de la localidad que guardan con cariño la herencia de sus predecesores.
Ahora, a punto de cumplirse un mes de su presentación oficial, el ayuntamiento ha reimpreso la revista tras el éxito cosechado en su primera tirada, a disposición del público en la librería La General y en la Oficina Municipal de Turismo cuando finalice el Puente del Pilar. En total, 140 páginas recogen las vivencias de cerca de un centenar de familias, algunas provenientes de la villa medieval (incluída la del propio escritor), otras de diferentes puntos de Sobrarbe y de lugares más lejanos, que apostaron por emprender en el incipiente cruce de carreteras en las primeras décadas del siglo XX.
Según explica su autor, «la primera referencia oficial del entramado urbano que se extiende a orillas de nuestros dos ríos data del censo de 1920 en el que se denomina Carreteras«. Anteriormente, sin embargo, ya existía un primer edificio, el molino harinero, del que se han encontrado documentos que lo sitúan alrededor del año 1840. El actual Mesón de L’Aínsa es otra de las construcciones con más solera de la zona baja del pueblo.
No obstante, es en los comienzos del Siglo XX cuando se aprecia una sólida tendencia de asentamiento de población y de desarrollo empresarial intrísecamente vinculados a la mejora de las vías de comunicación. Entre las profesiones habituales, las relacionadas con la sastrería, el transporte, el calzado, la alimentación o la hostelería abrieron la veda del avance económico que se ha producido hasta nuestros días, dejando entrever el enorme potencial de dicha ubicación para el progreso de Aínsa y sus inmediaciones. Lo hicieron, eso sí, en una época convulsa. Las consecuencias de la Guerra Civil se dejaron sentir con virulencia, obligando posteriormente a la reconstrucción y a nuevos esfuerzos en busca de la ansiada prosperidad.
Es por eso que José María Lafuerza pretende homenajear con esta publicación a todos aquellos pioneros y emprendedores, «que lograron crear este espacio de comercio y servicio para los vecinos de Aínsa y de la Comarca de Sobrarbe». El alcalde Enrique Pueyo destaca el «trabajo minucioso» de Lafuerza, y asegura que, junto a otras publicaciones que el ainsetano ha realizado anteriormente, «está dejando una considerable huella para que las generaciones venideras puedan descubrir lo que en este pueblo sucedió».
Y es que José María Lafuerza es autor también de «100 años de fútbol en Aínsa» y de «Corrida de La Cuchara, una carrera con siglos de historia», colaborador incansable de diferentes asociaciones y merecedor del Premio Cruz de Sobrarbe en el año 2017. El ayuntamiento apoya, en la medida de sus posibilidades, iniciativas orientadas a mantener vivo el papel que los capítulos pasados jugaron en la construcción de la actualidad más reciente y celebra labores tan encomiables como la de su apreciado vecino.
