Dos generaciones. Un padre que funda la empresa de chapa y pintura en 1958, la necesidad de innovar ante todos los cambios que supuso la crisis del 2008… Una empresa que cumple 65 años no es fruto de la casualidad, sino de una toma de decisiones, visión y adaptarse a los tiempos. Juan Luis Rami es uno de esos empresarios que tiene clara la importancia del cliente y como tratarlo. “Un presupuesto rápido, buena calidad de fabricación y plazos de entrega correctos. Esa es una gran parte de la base de nuestro éxito”. Por eso, Letra Corpórea es en la actualidad el referente nacional en la fabricación de letras corpóreas.
Letra Corpórea es un claro ejemplo de cómo la innovación, en territorios como Huesca, es capaz de generar empleo y fijar población. Un proyecto surgido de emprendedores locales que mantiene una plantilla de 33 trabajadores. “El único requisito que nosotros pedíamos a la hora de hacer una contratación era tener una cierta actitud que hoy en día parece obvio, pero muchas veces no lo es tanto”.
Desde hace unas semanas, la nueva planta de producción de Barbastro se ha convertido en el centro neurálgico de la fabricación de letras corpóreas en España. “Desde hace años somos autosuficientes en todos los procesos y a nivel de maquinaria la verdad que estamos muy bien surtidos, muchísimo más que nuestros competidores a nivel nacional. Tener estas instalaciones era una necesidad para optimizar los costes de producción y poder competir en el mercado español y en exportación”.
Ese tránsito, de esta empresa familiar, Juan Luis Rami lo resume de forma clara: “cuando se está en una empresa familiar, en el corazón del negocio y se termina aquí, es porque una nueva generación ha hecho posible el salto mental y la visión”.
