Acompañada de dos coristas, alternando guitarra y pandero, y sin más aditivos para su voz aterciopelada y melódica, Judit Neddermann impregnó de sensibilidad y armonía un espacio recoleto e idílico en las cercanías de Fraella, pedanía del municipio de Grañén: la fuente de los Recuerdos, desenterrada y recuperada por sus vecinos como espacio público hace menos de una década.
El alcalde de Grañén y diputado de Cultura de la DPH, Carlos Sampériz, quiso agradecer en la presentación del recital a todos los vecinos de Fraella y en especial, a Joaquín Fontán, “verdadero artífice de que hoy este espacio presente el aspecto acogedor que tiene, y de que los técnicos lo hayan valorado para celebrar un concierto del SoNna Huesca”. En esta recta final de la quinta edición del certamen, el diputado quiso agradecer también a todo el equipo técnico del festival “el trabajo que hacen para que la cultura llegue a espacios como este”.
Para Judit Neddermann fue un concierto especial porque, tal y como ella reconoció, era la primera vez que tocaba en Aragón y quiso reivindicar sus orígenes aragoneses: “mi abuela era de Luesia, en las Cinco Villas y estoy muy orgullosa de estar aquí”. El último tema de repertorio, antes de los bises, fue precisamente “Luesia”, con aire de jota (con “arboleda” y “niña rabalera” incluidas) al inicio, pero que terminó con aire de original muñeira aflamencada.
La catalana de Luesia presentó una formación de trío de voces sin apenas instrumentos que la acompañaran, un formato intimista que desnuda su voz versátil y que convierte su espectáculo en algo delicado y amoroso. Las voces de Nerea Pozo y Nacho Melús, que la acompañan desde siempre, aunque normalmente en formatos de banda (con batería, bajo, teclados…) se solapan y contraponen de forma armónica y evocadora. Está claro que a Judit Neddermann se le notan los ochos años dirigiendo el coro de Vilassar de Mar y el cuarteto Seasons, sobre todo por la forma en la que “teje” las voces de sus canciones.
Nedderman repasó su nuevo disco, Lar (hogar) y avanzó algunos temas de su próximo trabajo, que dijo está previsto para abril. También dejó algún hueco para algunos de sus primeros temas, como Vinc d’un poble (Villassar de Mar) o Tú. El concierto lo despidió con Sum sum un tema de la Casamance, en el Sur de Senegal, que cantó en francés y en dialecto senegalés. Tímida y dulce, Judit acabó enamorando al público con su sencillez y su simpatía.
Caldo en Alberuela de Tubo
El programa del fin de semana, el penúltimo de la quinta edición del SoNna Huesca, se cierra hoy en el Rincón del Olivar, en Alberuela de Tubo, con el concierto de los gallegos Caldo a partir de las 19:30 horas. El lugar es un conjunto de olivos centenarios ubicados en un anfiteatro natural de roca arenisca jalonado con los torrollones de La Gabarda, en la serreta de Tramaced, muy cerca del Parque de Aventura La Gabarda, un complejo al aire libre para el disfrute de pequeños y mayores.
Allí se presenta Caldo (Galicia), el trío de Anaïs Barbier, María Jorge y Pedro Fariñas, que con solo voz, violín y guitarra acercan una nueva dimensión para la música de tradición oral añadiendo contextos sonoros contemporáneos a través de la experimentación con los propios instrumentos. Es una de las revelaciones del folk actual, que reivindica su espacio como una de las bandas imprescindibles para entender la renovación y puesta en valor de la música tradicional a través de la experimentación sonora.
Xoel López, concierto 150 del SoNna Huesca
Y tras el fin de semana, el Festival Sonidos en la Naturaleza se prepara para vivir su tradicional clausura en la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes de Sariñena, con los conciertos, en esta ocasión, de Xoel López, el viernes día 13, y Malú, el sábado 14. Ambos a las 19.00 horas. Todavía quedan entradas disponibles en la web de la DPH, www.dphuesca.es/sonna-invitaciones . El precio de las entradas anticipadas es de 25€ y 30€ respectivamente.
El concierto de Xoel López será el número 150 del SoNna Huesca, tras cinco exitosas ediciones que han recorrido las diez comarcas altoaragonesas con propuestas artísticas emergentes y de calidad, y ubicado su escenario en un centenar de enclaves para el recuerdo.
