El grausino Espacio Pirineos acogió la noche del pasado viernes la asamblea anual de la Asociación Porc Libre –Porcicultores Libres del Pirineo Aragonés-, en la que se informó a los asistentes de las iniciativas realizadas en los últimos meses centradas, en buena medida, en intentar que tanto las normativas autonómicas como nacionales recojan la singularidad de los ganaderos de porcino libres y de montaña.
Como comenta José Luis Lloret, uno de los impulsores de la Asociación y su actual secretario, «en la actualidad, toda la legislación y presión mediática dirigida hacia un modelo de grandes explotaciones y de gran concentración de animales, que se están desarrollando en territorios con grandes superficies agrícolas y está arrinconando la actividad tradicional porcina en nuestras comarcas de montaña».
Ante esta situación, los participantes en la asamblea celebrada en Graus avalaron que se siga reivindicando una diferenciación por parte de la administración del modelo de porcino libre de montaña, «tan arraigado e imprescindible para la lucha contra la despoblación en muchos pueblos de montaña», para que la normativa ampare la subsistencia de los modos de producción ganadero en zonas desfavorecidas.
Tras la asamblea, la Asociación Porc Libre organizó una jornada abierta a la que pudieron asistir todos los ganaderos interesados y en la que un técnico de la organización agraria Asaja analizó en profundidad la publicación del nuevo decreto 53/2019 que regula en Aragón la gestión de estiércoles y los procedimientos de acreditación de los mismos. En opinión de la Asociación, en este decreto no se han corregido las tablas de referencia de producción de nitrógeno por plaza ganadera, que están desfasadas, y dado que no hay todavía un reglamento aprobado para su puesta en marcha, está creando un problema añadido para seguir realizando esa economía circular y sostenible que se lleva practicando en zonas de montaña o media montaña desde hace décadas.
La Asociación Por Libre nació para defender un tipo de ganadería ajeno a las grandes integradoras. Aunque extendida por todo el espacio pirenaico y pre-pirenaico, más de la mitad de sus asociados pertenecen a la comarca de Ribagorza y, entre ellos, buena parte residen y trabajan en el municipio de Graus donde este modelo de explotación de porcino libre de carácter familiar está pudiendo resistir en el tiempo y está siendo fundamental para garantizar que siga viviendo gente en muchos pueblos pequeños del entorno.
