Con la calle como escenario necesario y los grausinos como colaboradores imprescindibles, el protagonismo de un pueblo volcado con sus fiestas ha vuelto a quedar hoy de manifiesto en el primero de los días grandes de las fiestas patronales de Graus en honor al Santo Cristo y a San Vicente Ferrer. Una exaltación popular cimentada en la enorme importancia que tienen en el discurrir de estos festejos unos actos tradicionales que hermanan a las generaciones actuales con las que les han precedido de la que han sido testigos en primera fila el vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, y la consejera de Ciudadanía, Victoria Broto, que han disfrutado esta mañana en Graus, y con los grausinos y sus numerosos visitantes, de una muy intensa jornada de Fiestas.
En estos festejos, como en muy pocos de los españoles, se produce una simbólica e intensa comunión entre la tradición preservada y los ciudadanos como garantes de su preservación que deviene en un enorme espectáculo, una gran representación en la que los grausinos ejercen como gozosos intérpretes de un libreto siempre idéntico y siempre renovado.
La Procesión de San Vicente presidida por los repatanes, las autoridades y el prior de la cofradía, con los mozos danzantes interpretando el baile de la Cardelina, y la primera actuación de estos mismos danzantes en la Plaza Mayor ha marcado un año más el tono de la primera parte de la jornada. Junto con los danzantes, la comparsa de cabezudos, caretas, caballez, gigantes y furtaperas han hecho la delicia de los presentes en el primero de los “días grandes” de estas fiestas. En una Plaza Mayor rendida, la entregada ejecución de los bailes de las espadas y las cintas ha sido aplaudida largamente por unos presentes que también han disfrutado de lo lindo con el toque gamberro con el que los cabezudos ponen el contrapunto irónico a las evoluciones de los danzantes. La explosión de grandes sandías lanzadas en pedazos sobre la concurrencia endomingada es ya una de las actividades clásicas de estos cabezudos que, este año, han hecho especial chirigota del tema de los jabalíes que el pasado invierno campaban a sus anchas por las calles del pueblo.
Esta tarde-noche llega otro de los momentos claves del desarrollo de la fiesta con la representación de una nueva edición de la Mojiganga, un singular espectáculo satírico dramatizado que pone en solfa lo acontecido en los últimos doce meses.
