‘Legado Ancestral’, vuelve la fantasía de la mano de Elena Orte y el ilustrador Alejandro Navarro

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La escritora publica la tercera entrega de la saga de Pequeñas Brujas, cuya primera parte fue ‘El pijama mágico, continuando con ‘La pirámide del dragón’, un trabajo que vincula de lleno la existencia de un mundo más allá de las religiones.

“Todo comenzó con una sana preocupación por cómo explicar a mis hijos que hay todo un mundo más allá de la religión católica. En casa tenemos diferentes puntos de vista sobre la religión y yo quería que los niños pudieran elegir libremente cuál sería el suyo, para lo que necesitarían lógicamente información sobre otras religiones, pero no sabía cómo contárselo sin que fuera un rollo”, dice Orte afirmando que no se trata de una trilogía, “estas brujitas mías todavía tienen mucha guerra que dar y desde que han descubierto cómo viajar en el tiempo me han abierto una puerta infinita”.

‘Legado Ancestral’ se presentaba en Zaragoza en el marco incomparable  del Teatro Romano, “en este caso venía dado por la propia historia, ya que todo en este tercer cuento empieza justo ahí así que tenía un especial interés en que nos permitieran hacerlo en sus instalaciones, igual que la presentación del primer cuento fue precisamente en la Aljafería, lugar de especial importancia en esa primera historia”, explica Orte que contaron con un presentador de excepción, Pepe Trívez, profesor de lengua y literatura, además de coordinador de bibliotecas y un gran prescriptor de todo tipo de libros, “todo un dinamizador cultural”, señala la escritora explicando que, “pase un rato sobre todo de felicidad y orgullo por ver aquella sala llena de personas que hicieron un hueco en su tarde del sábado para venir a vernos y a escuchar a Pepe contar esas cosas tan bonitas sobre mis libros”.

Al preguntarle sobre su relación profesional con el ilustrador de la saga de sus libros, Orte contesta de inmediato, “lo importante es el trato y la comunicación”, ya que entre el monegrino Alejandro Navarro y Elena Orte existe una buena amistad, “algo primordial para la elaboración de las ilustraciones del libro. Son muchas las reuniones y llamadas telefónicas para poder llegar a un buen resultado. Pero lo más importante es poder quedar en persona y entendernos, hasta llegar a la idea final”.

Navarro nos cuenta como ha sido esta experiencia, “lo mejor dibujar a la propia escritora de bruja, desde que me pasó el borrador de su cuento, estuvimos conversando de cómo realizar la portada, ya que ella quería ser la protagonista, decidimos dibujarla a ella como bruja, alrededor de una bola de cristal”, y como curiosidad, añade, “la idea de crear al malo surgió, mandándome Elena, una foto de su jefe, ya que no sabíamos ponerle cara al personaje. Dibujé su cara y a la primera le encantó a Elena, a partir de ahí le pusimos una vestimenta de mago malvado y ya llegamos a la idea principal de ese personaje”.

Autora e ilustrador adelantan que el cuarto libro ya está empezado, “aunque debo confesar que no muy avanzado. Seguro que durante las vacaciones de verano, que es mi mejor momento para escribir, le doy un buen empujón. De hecho, mi objetivo es tener al menos el primer borrador listo antes de final de año”.

 

 

 

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