La noticia, conocida el pasado viernes, de que el Consejo de Ministros ha autorizado al Ministerio de Fomento a licitar el contrato para la ejecución de las obras del acondicionamiento de la N-260 en su tramo entre el congosto del Ventamillo y la localidad de Campo ha sido excelentemente valorada por los ribagorzanos que,de forma unánime, reivindican desde hace décadas la modernización de esta vía que no ha sufrido ningún tipo de actuación desde su construcción a finales del siglo XIX.
Confirmado el compromiso gubernamental de actuar en los doce kilómetros entre Campo y el congosto del Ventamillo y reafirmada la dotación presupuestaria en varias anualidadess para los trabajos previstos -46,3 millones de euros-, las reacciones en Ribagorza no se han hecho esperar. Así, la presidenta comarcal, la socialista Lourdes Pena, no ha dudado en calificarlo como «un paso de gigante» para el territorio mientras que el vicepresidente y alcalde de Campo, el aragonesista Eusebio Echart, sostiene que se trata de «una noticia muy importante para las comunicaciones del Valle de Benasque y de toda la Ribagorza» y ha agradecido «la unanimidad» que ha existido en torno a esta reivindicación y «el esfuerzo y trabajo de todos los grupos políticos, entidades y ciudadanos» para que esta noticia sea al fin una realidad tras «muchos años de lucha desde diferentes ámbitos e instituciones».
Lourdes Pena ha ponderado el compromiso del Ministerio de Fomento con el acondicionamiento de este tramo de la N-260, «una de las primeras obras licitadas por el gobierno socialista», y, aunque reconoce que una actuación de estas características «llevará tiempo hasta su finalización», considera que los trabajos previstos «supondrán un antes y un después para los habitantes del Valle de Benasque, para el sector turístico y, no nos olvidemos, para las empresas de la zona a las que llegan a diario numerosos camiones que atraviesan una carretera en pésimas condiciones».
También ha mostrado públicamente su satisfacción el alcalde benasqués, Ignacio Abadías, quien ha hecho una valoración «muy positiva» del anuncio de Fomento y ha mostrado su deseo de que la obra, cuya conclusión se prevé en 2022, «se ejecute en el plazo de tiempo más breve posible» y que la carretera resultante «sea ya una vía digna del siglo XXI en el que vivimos». Por su parte, el presidente de los empresarios del Valle de Benasque, José María Ciria, que define el anuncio como «un notición», considera que «ya era hora» de que se desatascara este tema. «El acondicionamiento de la carretera va a marcar un antes y después en la vida de la comarca», subraya Ciria, quien ha sido uno de los más destacados protagonistas de esta reivindicación en los últimos años.
En la cabecera comarcal, el alcalde grausino, el popular José Antonio Lagüens, abunda igualmente en que se trata de una «muy buena» noticia «reforzada, además, por ese compromiso de inversiones plurianuales hasta la finalización de la obra». Lagüens apunta, no obstante, que el PSOE está ejecutando los presupuestos del PP, partido que, entiende, «dejó preparado el compromiso de licitar esta actuación».
Como señala Fomento, el tramo de la carretera N260 -el Eje Pirenaico- que se va a acondicionar se encuentra comprendido entre los puntos kilométricos 391,600 y 404,150. Las obras incluyen también las actuaciones necesarias de conservación y rehabilitación del firme en el tramo correspondiente al Congosto del Ventamillo, entre los puntos kilométricos 388,100 y 391,600, donde, por razones ambientales, se conserva el trazado y la sección transversal de la carretera actual. Así mismo, se incluye la rehabilitación de firme en la travesía de la localidad de Seira. Los trabajos tienen una notable complejidad técnica ya que se van a ejecutar en un tramo de carretera de montaña que discurre por un espacio natural de elevado interés ambiental y acusada fragilidad.
La actuación se desarrolla en los términos municipales de Castejón de Sos, Seira y Campo, todos ellos en la comarca ribagorzana, en un tramo carretero que presenta una muy escasa anchura de la calzada, de aproximadamente unos 5,5 metros, con ligeros sobreanchos de hasta 6 metros y estrechamientos hasta los 4,5 metros en zonas puntuales que dificultan el cruce de vehículos, y con una notable circulación de vehículos ligeros y cada vez más de vehículos pesados.
La solución proyectada consiste en la ampliación de la plataforma de la carretera N-260, adoptando una anchura de 8 metros (dos carriles de 3,50 metros y arcenes de 0,50 metros). La ocupación y el impacto en las zonas más conflictivas que discurren junto al río Ésera se minimizarán mediante la construcción de voladizos apoyados y anclados a la roca. También se dotará a la carretera de sobreancho en las curvas. De esta manera, según el proyecto que va a salir a licitación, se facilitará el cruce de dos vehículos pesados o autobuses. Este proyecto incluye la ejecución de dos túneles de 265 y 540 metros de longitud respectivamente.
Todo el acondicionamiento se ha diseñado de tal modo que las afecciones a los usuarios durante la ejecución de las obras sean las menores posibles, compatibilizando la facilidad de ejecución de los sistemas constructivos con el tránsito de vehículos. También se ha prestado especial cuidado a las restricciones medioambientales. En este sentido, el ex diputado popular Manuel Mora, actualmente concejal en Benasque y uno de los principales valedores de esta actuación, apunta que, aún siendo considerables, es muy posible que las afecciones a la circulación rodada mientras duren las obras que sean menores de las esperadas. Mora recuerda que tras el anuncio del consejo de ministros, la actuación tiene que salir ahora a subasta pública y que posteriormente debe ser licitada y adjudicada la actuación. «Si todo va bien, los trabajos pueden comenzar en unos cuatro o cinco meses», señala reconociendo no obstante que lo que más prisa corría era el anuncio de su licitación «que supone el pistoletazo de salida para una actuación que luego ya vendrá rodada».
