La situación derivada del confinamiento y posteriores secuelas que ha traído la crisis del coronavirus han significado un duro mazazo –muy especialmente- para la oferta cultural en todo el mundo. Las restricciones a la movilidad, las limitaciones de aforos, el “alejamiento social” o el propio temor al contagio de la pandemia en espacios cerrados han jugado en contra de toda la programación cultural ofertada después del confinamiento generalizado.
Por eso, las cifras de visitantes que maneja el grausino Espacio Pirineos en su exposición “Lux Románica” –la gran muestra que sus rectores habían diseñado para este 2020- cobran un especial significado ya que se están sobrepasando estos días las 1.500 visitas, lo que hace que –frente a todas las adversidades- entre por derecho propio en el selecto grupo de cinco exposiciones en la historia del centro en alcanzar esa cifra.
Iba a ser la exposición estrella de la primavera ribagorzana y se ha convertido en el símbolo cultural de la desescalada del confinamiento en la comarca. La exposición “Lux Románica. Pasado y presente del tesoro medieval ribagorzano” era finalmente inaugurada el pasado 12 de junio sin muchas alharacas, por mor de la situación sanitaria, en un sencillo acto institucional que supuso el pistoletazo de salida a una notable muestra artística e histórica que profundiza en la divulgación del notabilísimo legado románico ribagorzano.
En un guiño a los hados, para conjurar el mal fario que le había perseguido hasta entonces, los responsables de la muestra decidieron que, tras la anhelada apertura al público con la mayor parte de las piezas previstas originalmente expuestas –tan sólo faltaba entonces por llegar entonces la que es sin duda la pieza estrella de la muestra grausina, el frontal de San Clemente de Estet que se conserva en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y al que el coronavirus y el cierre de fronteras regionales impidieron unos días más viajar hasta Graus-, la Lux permanezca abierta hasta el próximo 29 de este mes de septiembre, otra fecha con simbología especial ya que se trata de la festividad de San Miguel, patrono que fuera de Graus.
Los visitantes pueden disfrutar de una muestra que incide en una triple vertiente histórica, artística y de representación de la imagen románica con piezas de innegable valor como la talla de San Juan Evangelista, la mitra o un fragmento del sudario de San Ramón, procedentes de Roda, las Vírgenes de Nuestra Señora de Puy, procedente de Sos, o la de Linares, de Benabarre, el crismón de Torre la Ribera, las ménsulas de la ermita de Nuestra Señora de Obac, en Viacamp, o el píxide de Fantova. Varias de estas piezas llevan muchos años fuera del territorio y otras no han salido hasta ahora de sus respectivas parroquias, por lo que la exposición grausina supone una oportunidad única de contemplar en un mismo escenario una colección de elementos artísticos y documentales que difícilmente puede volver a reunirse en un mismo escenario. «Pretendemos con esta selección ofrecer una panorámica artística y documental que ayude a comprender el cursus histórico de Ribagorza en época plenomedieval», apunta el medievalista Jorge Mur, técnico cultural en el consistorio grausino y comisario de la exposición.
Otros elementos de interés dentro de la exposición son tanto el audiovisual sobre la catedral de Roda de Isábena y el monasterio de Obarra realizado al efecto con la ayuda del historiador del arte Francisco Martí, como el repertorio fotográfico de ermitas románicas de Ribagorza a cargo de Cristian Laglera. Ambas están acompañadas por distintos textos y croquis para contextualizar y permitir profundizar en este período de esplendor político y cultural de Ribagorza. Y hay una tercera línea en el montaje expositivo que, partiendo de la fotografía histórica, también permite seguir la evolución y avatares de este frágil legado.
La exposición Lux romanica es un proyecto del centro Espacio Pirineos del Ayuntamiento de Graus, que cuenta con la colaboración del Museo y Obispado de Barbastro-Monzón, con la financiación de la Diputación de Huesca, la Comarca de La Ribagorza y el Ayuntamiento de Montanuy, así como con la participación de muchas otras instituciones y personas.
Puede visitarse de martes a sábado, en el horario habitual del Espacio Pirineos, de 11 a 14 y de 17 a 21 horas. Tomando en consideración todas las recomendaciones sanitarias. el centro grausino ha establecido un aforo máximo, tiempos de espera para la visita si se hace necesario y un circuito de visita unidireccional.
