El Padre José Benabarre Vigo, religioso benedictino nacido en Aler, pequeña localidad ribagorzana dependiente del municipio de Benbarre, ha cumplido 101 años el pasado 15 de Mayo y ha recibido un cálido homenaje de los miembros de su comunidad religiosa y de los alumnos del Colegio San Beda, de la capital de Filipinas, Manila, ciudad en la que reside en los últimos años.
Activo y singular personaje en todos los sentidos, pedagogo, escritor, evangelizador, misionero…, mosén José comenzó su vida religiosa en el barbastrense monasterio del Pueyo, donde los monjes benedictinos contaban con una casa de formación para futuros misioneros en Filipinas, archipiélago que, junto con la isla de Puerto Rico, ha estado íntimamente ligado a su trayectoria vital.
Doctor en Filosofía por la Universidad de Manila, tiene editados ocho libros sobre diferentes temas. Dos de ellos de memorias: “Mis primeros 73 años” y el publicado en 2015 “Mis primeros 100 años”. En ellos profundiza en su pasado; en el segundo, en concreto, recorre su vida a lo largo de veintisiete capítulos, varios de ellos dedicados a los mártires benedictinos de El Pueyo, a cuya comunidad perteneció desde 1926 a 1932.
Los dieciocho monjes asesinados en 1936 son los protagonistas de su libro “Murieron cual vivieron”, escrito en 1991 y en el que se recogen apuntes biográficos de todo ellos.
«Como Benedictino –señala el Padre Benabarre-, mi vida es maravillosa y gratificante. Es una vida balanceada entre oración y trabajo».
Ángel Noguero, Vicario General del Obispado Barbastro-Monzón y párroco de Benabarre, señala que el centenario religioso es «una referencia ribagorzana en Manila» y que, por su edad, es el religioso más longevo nacido en la Diócesis. «Vive allí pero nos recuerda desde la distancia, con un especial recuerdo a su pueblo de Aler y al monasterio del Pueyo donde inició su vida religiosa», comenta Noguero.
