La Banda de Bombos y Tambores de Azanuy volvió a ejercer de anfitriona un año más, en un acto que reunió a nueve bandas de seis comarcas diferentes (La Litera, Cinca Medio, Somontano, La Jacetania, La Hoya de Huesca y Cinco Villas), y a numeroso público que abarrotó la plaza Teodoro Noguera durante más de dos horas. La XIII Exaltación de Bombos y Tambores “Villa de Azanuy” se ha convertido en el principal referente de las fiestas en honor de San Pedro de Verona que durante estos días se está celebrando en esta pequeña localidad literana. A pesar de que durante toda la semana los organizadores estuvieron con un ojo puesto en los preparativos y otro en las condiciones meteorológicas, al final la tarde fue apacible y todo el programa pudo desarrollarse según lo previsto.
La Cofradía Nuestra Señora de la Piedad de Monzón, la Asociación de Bombos, Tambores y Timbales de Fonz, la Banda de Bombos y Tambores de Abiego, la Asociación de Bombos y Tambores de Binéfar, la Banda de Bombos y Tambores de Castillonroy, la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén de Jaca, la Cofradía de la Soledad de Almudévar, la Cofradía Virgen de los Dolores de Biota y la Banda de Bombos y Tambores “Villa de Azanuy” fueron los protagonistas de un evento que se ha convertido en uno de los más veteranos de toda la provincia de Huesca. En esta edición la organización ha reunido a dos bandas más que en la edición anterior. Destacar la participación por primera vez de las formaciones de Jaca y Almudévar, y el regreso tras dos años de ausencia de la banda de Biota (Zaragoza), que en esta ocasión han sido los participantes llegados desde más lejos.
Los tambores y bombos comenzaron a resonar por las calles de Azanuy a partir de las 18 horas. Las nueve bandas participantes recorrieron las calles de la localidad realizando diversos recorridos hasta llegar de una en una a la Plaza Mayor. Allí, todas tuvieron su cuota de protagonismo al interpretar su toque de exhibición ante el numeroso público presente que premió a los participantes con sus aplausos. Por último, la organización entregó a cada una de las bandas participantes un detalle conmemorativo que este año consistía en un porrón realizado por un artesano alfarero de Bandaliés (Cerámica artesana Abio e hijos). También se hizo entrega de un detalle al Ayuntamiento de Azanuy, la Asociación de Donas, y al profesor de la banda local, Alán Abadías que lleva más de una década al frente de la formación literana.
El colofón a la Exaltación tuvo lugar alrededor de las ocho de la tarde cuando todas las bandas participantes, en total alrededor de trescientos bombos y tambores, se concentraron en el centro de la plaza e interpretaron varios toques conjuntos que retumbaron por todos los rincones de la población. Una copiosa merienda para todos los participantes y acompañantes y un sorteo de diferentes productos de la zona y firmas colaboradoras puso el punto y final a una intensa jornada en la que todo salió según lo previsto. Algunos valientes todavía tuvieron ganas de alargar la velada hasta la madrugada y no dudaron en gastar sus últimas fuerzas en bailar al son de las canciones del grupo Caprice, una actuación enmarcada en los actos en honor de las fiestas de San Pedro de Verona que Azanuy ha celebrado durante este pasado fin de semana.
La presidenta de la Asociación de Bombos y Tambores “Villa de Azanuy”, Aurora Avellana resaltaba que: “El esfuerzo realizado para preparar la Exaltación merece la pena. Cuando ves la plaza de tu pueblo llena hasta la bandera y los tambores y bombos retumbando en ella no puedes evitar emocionarte. La cita está totalmente consolidada y estamos muy orgullosos de la repercusión que tiene el evento. A pesar de que durante la semana las previsiones del tiempo en algunos momentos no eran muy halagüeñas, finalmente la climatología ha respetado, y todo el programa previsto se ha podido llevar a cabo sin alteraciones”, señalaba.
