La Diputación Provincial de Huesca sigue ampliando la oferta de espacios accesibles con un nuevo mirador que recupera para todos el entorno natural de la sierra de San Quílez, en Binéfar, y proporciona una sorprendente panorámica hacia las llanuras agrícolas que desde el Prepirineo bajan a unirse con el Ebro. Es el primero en el sur del territorio altoaragonés, pero forma parte de un Programa de Turismo Accesible mucho más amplio que apuesta por “ofrecer una serie de infraestructuras adaptadas para todo tipo de usuarios, especialmente orientadas a los colectivos con necesidades especiales”. Así se expresaba Maribel de Pablo, responsable de Desarrollo Territorial y Medio Natural de la DPH, que ha visitado el espacio tras la finalización de los trabajos.
Localizado junto al área recreativa y la ermita de San Quílez, el alcalde de Binéfar, Alfonso Adán, coloca esta actuación en una línea que se está llevando a cabo en el municipio para repoblar en diferentes fases “esta sierra muy querida por las gentes de Binéfar”, ha dicho Adán, quien ha dicho tener muy claro su “implicación” con las personas que más lo necesitan en favor de la necesaria igualdad de oportunidades. Han podido disfrutar de este entorno natural un grupo del centro ocupacional Nazaret, pero también han estado de otros colectivos como Down-Huesca, del Centro de Día del IASS, Cruz Roja o Cáritas Binéfar, encabezados por Rosa Paños, Ventura Gibanel, David Lumbiarres e Isabel Tarragó, respectivamente. Además de Maribel de Pablo y Alfonso Adán, han estado acompañados por los tenientes de alcalde del Ayuntamiento, Daniel Isábal y Juan Carlos García, y por quienes han estado al frente del equipo técnico que ha desarrollado los trabajos, Francisco Orduna, jefe del área de Desarrollo de la DPH, y Félix Ajona, responsable de senderos y señalización turística de Prames.
Dada la buena acogida de las actuaciones realizadas, “valoradas muy positivamente por las asociaciones y colectivos del ámbito de la discapacidad”, la responsable de la Diputación Provincial, Maribel de Pablo, ha manifestado en Binéfar que se está trabajando para ampliar la oferta de infraestructuras accesibles en el medio natural altoaragonés, y de ahí también que se haya llegado a la zona sur de provincia. Según De Pablo, cada mirador tiene su singularidad e idiosincrasia dependiendo de donde se ubica, en este caso con las vistas a las tierras agrícolas literanas “que ahora lo importante es que están al alcance de todos”. Y con ello no solo se refiere a colectivos con limitaciones físicas o psíquicas o invidentes, sino también a personas con movilidad reducida, carritos de bebé, mujeres embarazadas, niños y mayores, pero también para el público en general. Una vez realizada la visita, Maribel de Pablo se ha centrado en la facilidad y seguridad que ofrece todo el acceso al mirador que según la responsable de Desarrollo Territorial se consigue “dotándolo de todos los elementos, mobiliario y señalización necesaria para hacerlo accesibles”.
El mirador está señalizado desde todos los accesos y se sitúa junto a un área recreativa existente en el entorno del Camino Natural de San Quílez. Antes esta zona no tenía equipación de ningún tipo, se limitaba a una pequeña explanada con buenas vistas hacia Binéfar y la plana. El acceso desde Binéfar es sencillo, en un primer tramo se realiza por pista asfaltada y a partir del Canal de Zaidín se acaba la capa asfaltada y el firme es de zahorras compactadas.
Una pequeña explanada convertida en mirador accesible
La actuación en Binéfar ha consistido en habilitar una pequeña explanada para convertirla en un mirador accesible. Para ello se ha dotado al espacio de un firme adecuado para garantizar la movilidad de los usuarios de sillas y de dos plazas de estacionamiento de vehículos, una de ellas adaptada. Félix Ajona, responsable de senderos y señalización de Prames, la empresa encargada de realizar las obras, ha hablado de “una estructura naturalizada, no es hormigón ni cemento, es tierra de Fonz, que tiene que ver con la zona y responde bien a la impermeabilización y rodadura”.
También se ha dotado al lugar de dos bancos de descanso y una mesa de picnic, todo adaptado para personas con discapacidad. La mesa panorámica que se ha instalado cumple con los parámetros de altura para sillas de ruedas, cuenta con textos en el sistema de escritura habitual y en braille y con imágenes en altorrelieve, además de estar enclavada en una buena sombra para la época estival. Los contenidos de la mesa permiten hacer accesible el paisaje que se ve desde este lugar y desde los distintos niveles de horizonte, hasta llegar a observar lugares del Pirineo, como el Turbón, y también lo más cercano. Para garantizar la seguridad de los usuarios se ha instalado un barandado de protección que delimita todo el perímetro. La Diputación Provincial de Huesca ha asumido el coste de los trabajos que han rondado los 25.000 euros.
La primera fase del proyecto de Turismo Accesible de la Diputación consistió en la redacción de un manual, mientras que la segunda pasa a ser el acondicionamiento de varios senderos en la provincia de Huesca: el sendero El Cornato, en las inmediaciones de Bielsa, el de Santa Elena, en Biescas, y el del valle del Isábena, entre los municipios de Laspaúles y Bonansa, a lo que ahora hay que sumar otros miradores, similares al de Binéfar, en Aratorés, Castanesa y también en el valle de Hecho.