Graus se apresta a celebrar este fin de semana la decimocuarta edición de la Feria Caballar de San Miguel, una cita que en los últimos años ha tenido un carácter bienal pero que desde esta convocatoria recupera su periodicidad anual.
Tras una propuesta previa el viernes en el Espacio Pirineos, escenario de la presentación del libro de Carlos Tarazona «Borregueros: desde Aragón al Oeste americano», el programa previsto este año comenzará el sábado sobre las 11 de la mañana con la llegada al recinto ferial del Centro Deportivo de las primeras cabezas de ganado equino y mular participantes. Ya por la noche, y como se hizo en la anterior edición, habrá una marcha equina por el casco urbano grausino que finalizará en la Plaza Mayor.
El domingo concentrará la mayor parte de los actos programados con diversos espectáculos, demostraciones y actividades para todos los públicos. A partir de las 9’30 accederán al recinto ferial el resto de reses para abrirlo al público media hora después. Este recinto será después el punto de partida de la marcha caballar que recorrerá las calles de la localidad y su entorno. La sesión matutina concluirá con una comida de hermandad que servirá para reunir a las personas que lleguen hasta Graus con su caballo para disfrutar de esta jornada de convivencia. Han confirmado su asistencia jinetes procedentes de Aragón y Cataluña que llegarán a Graus con caballos de distintas razas como la Pura Raza Española, la Pura Sangre Árabe y otras cruzadas como la hispano-árabe o la anglo-hispana. Tanto por la mañana como por la tarde se ofrecerán paseos en burro y en carreta gracias a la colaboración de los Mossos i Carreters d’Albelda. Clausurará la feria el espectáculo ecuestre “Acariciando el Alma” de Toño Serrano.
Paralelamente, en la jornada del sábado tendrá lugar una feria generalista que se instalará en las calles grausina más céntricas con una variopinta oferta que todos los 29 de septiembre tiene un gran poder de convocatoria entre las gentes ribagorzanas y de las comarcas vecinas.
Esta Feria de San Miguel, con sus más de ocho siglos de historia ininterrumpida en Graus, está considerada como una de las más antiguas de Aragón. Su origen se remonta a 1201, cuando el rey Pedro II le concedió al abad de San Victorián el privilegio de su celebración en esta villa ribagorzana trasladándola desde San Pedro de Tabernas.
Desde el primer momento se consolidó como una de las más importantes de cuantas se celebraban en la provincia de Huesca y hasta bien entrada la década de los sesenta del pasado siglo fue cita obligada para los tratantes de ganado, agricultores y ganaderos de la región. Mención aparte merece su especial relevancia en la compra-venta de caballerías y en la contratación de criados y pastores.
Con la llegada de la maquinaria agrícola, la feria sufrió un serio quebranto por la pérdida de importancia del ganado equino en las faenas del campo. Pero no perdió su fuerte componente comercial y supo capear las nuevas corrientes económicas con el reclamo de los numerosos puestos feriales con una amplísima oferta que complementan el día de San Miguel la del activo sector comercial grausino.
En 2001, coincidiendo con el 800 aniversario de la concesión real de su celebración, el Ayuntamiento de Graus decidió recuperar su vinculación con el sector equino adaptada a los nuevos tiempos con un programa específico que se suma al de la feria generalista.
