El pleno extraordinario de la Comarca de La Ribagorza celebrado la noche de este jueves ha aprobado cuatro modificaciones presupuestarias para habilitar los fondos necesarios con que hacer frente al pago de las nóminas de diciembre de sus trabajadores. El equipo de gobierno PSOE-PAR y el consejero de Aragón Sí Puede votaban a favor de esta medida que ha tenido el voto contrario de los consejeros del PP quienes recalcaban que Ribagorza se ha visto abocada a esta situación por el incumplimiento de los compromisos financieros de un Gobierno de Aragón que, apuntaba su portavoz, «parece que quiere asfixiar a las comarcas».
Estas modificaciones presupuestarias han estado acompañadas por el levantamiento del reparo de Intervención que planteó en su día la secretaria interventora de la corporación cuando se aprobaron los presupuestos generales de la entidad de 2016 ya que se consignaron entonces como ingresos consolidados unas aportaciones comprometidas por la DGA que finalmente se han visto reducidas a la mitad y que han generado la zozobra financiera de la comarca en los últimos meses. La interventora levantaba este reparo «como solución menos gravosa» pero pendiente de la asignación presupuestaria de las nóminas al presupuesto de 2017.
La Comarca llegó a esta situación debido a los recortes de las aportaciones del Gobierno de Aragón ya que la coalición PSOE-PAR que conforma el equipo de gobierno comarcal fijó en su presupuesto entre los ingresos previstos la partida comprometida verbalmente por el Gobierno de Aragón para la financiación comarcal aunque este compromiso no se había firmado. Ello hizo que la interventora planteara un reparo en firme vinculando su visto bueno al presupuesto a la llegada de esos fondos que, finalmente, se han reducido sensiblemente.
De hecho, en el Consejo de Cooperación Comarcal se acordó destinar una partida de casi nueve millones de euros a las comarcas pero esta cantidad se ha visto reducida a la mitad con lo que las corporaciones comarcales se han repartido cuatro millones y medio. Ello ha hecho que los 330.000 euros presupuestados en Ribagorza por este apartado se hayan quedado en 165.000 ocasionando un grave problema de tesorería.
La presidenta ribagorzana, la socialista Lourdes Pena, señala el «enorme» esfuerzo realizado por ajustar «al máximo» los gastos de la entidad y recuerda la llegada de una serie de ingresos extraordinarios, algo que ha permitido afrontar las pagas extras de los trabajadores, pero antes del pleno reconocía que para hacer frente a los sueldos de diciembre de la plantilla la «única» opción era que se levantara el reparo de Intervención.
«Significativamente, no es un problema de falta de liquidez ya que disponemos del dinero para pagar las nóminas pero nos enfrentamos con ese veto a cuenta de los ingresos computados que finalmente no han llegado», explicaba Pena señalando que la solución que se barajaba -la finalmente elegida y aaprobada- era la de imputar estas nóminas de diciembre a la contabilidad de 2017.
La presidenta ribagorzana recuerda que durante todo el ejercicio de 2016 Ribagorza ha hecho unos «inmensos» esfuerzos de ajustes contables para cuadrar un presupuesto con un saldo positivo de 573.800 euros ya que se habían fijado unos ingresos de 5.488.500 euros y unos gastos de 4.914.700 y unas medidas «excepcionales» como el incremento de las aportaciones municipales que generó un intenso debate en la comarca.
Pena reconoce que el Gobierno de Aragón ha mantenido su calendario de pagos «lo que ha hecho que al final de este ejercicio no tengamos problemas de tesorería» pero reclama que se mantenga esta situación en el futuro y que el ejecutivo autónomo destine «como mínimo» 59 millones de euros a la financiación comarcal. Reivindica, igualmente, que si existe un problema para financiar el funcionamiento de las comarcas se haga un presupuesto en que se tenga en cuenta tanto los servicios específicos que prestan los diferentes comarcales, «con filosofías, necesidades y actuaciones muy diferentes», como factores como la dispersión geográfica o el envejecimiento poblacional «que se reclaman en Madrid pero que aquí no se tienen en cuenta».
