El alcalde, Álvaro Burrell, y el concejal de Casco Histórico, Gonzalo Palacín, han mostrado los elementos que señalizarán los restos de la muralla medieval de Monzón y los puntos donde se encontraban las ocho puertas. Les han acompañado Blas Garreta, responsable de la empresa Publyarte y autor de los diseños, y Ana Carilla, técnica de Patrimonio de la Comarca del Cinca Medio y asesora en esta iniciativa.
El tótem de mayor tamaño muestra el perímetro del casco antiguo y ubica las puertas, y quedará emplazado en la plazoleta del Edificio Torrero, donde también estará a la vista un paño de la muralla, la cual, cronológicamente, se enmarca en los siglos XVI, XVII y XVIII.
Los otros dos tótems se colocarán en el cruce de las calles Pano y Santa Bárbara (Puerta de los Herreros) y en la plaza de San Juan (Puerta de Fraga), y las dos placas metálicas en la calle Cabañera (Puerta de Lérida) y la Casa de la Cultura (el sótano guarda unos metros de muralla).
La placas de cerámica se enclavarán en fachadas de edificios cercanos a las puertas que anuncian: Puerta de Tejedores, Puerta del Rey, Puerta de Fraga, Puerta de la Ceca, Puerta de Herreros, Puerta de Macelo, Puerta de Lérida y Portal de los Muertos.
Burrell ha indicado que la señalización dará brillo al patrimonio histórico-artístico y arrojará luz a los vecinos y visitantes sobre una construcción que condicionó el casco de la ciudad durante siglos, pues a la muralla medieval la precedió otra de fábrica árabe.
“Señalizamos la judería hace unos años y ahora completamos el “pack” con la información sobre la muralla. Salvo el castillo y la catedral, el casco histórico de Monzón, que es muy grande, no presenta grandes edificios emblemáticos, pero sí muchos recovecos cargados de historia y de interés para el turismo cultural. La suma de pequeñas acciones nos da un todo muy digno”, ha añadido.