Por Lola Gº Casanova
Chus Til, de Callén, es un rostro bien conocido en Los Monegros. Apadrina y participa en eventos deportivos. El deporte siempre le gustó, y que tanto apoyaron y alentaron sus sus padres. En su época de jugadora de baloncesto, su madre la llevaba a Huesca a los entrenamientos. También, durante el año en el que la monegrina formó parte de la selección femenina aragonesa, su madre y ella cogían cada domingo el tren rumbo a Zaragoza para no perderse los entrenos.
Ahora se dedica al triatlón, aunque en este último año no haya habido hitos competitivos destacables, y a su profesión de bombera en el parque de Huesca.
-De profesión, bombera. Varias veces campeona de Aragón de triatlón en distintas distancias y modalidades, además de varios podiums nacionales incluyendo el tercer puesto en el año 2016 en categoría élite en triatlón cross. ¿Se considera un ejemplo?
-Para nada. Me defino como una persona con los pies en la tierra que lucha por las metas que se va poniendo. Si haces las cosas con ganas e ilusión, van saliendo.
-Como abandonar los estudios de Magisterio para opositar a bombera.
-¡Me faltaban dos asignaturas para acabar! Pero la decisión de dedicarme a esta profesión no se hace de forma impulsiva. Me informé bien y vi que me podía gustar, además están las oposiciones. Cuando mis padres me vieron con los libros para sacarme el carné de camión-que es un requisito-se dieron cuenta de que iba en serio. Mi madre me hizo prometer que, sucediera lo que sucediera con la oposición, concluiría Magisterio y así lo hice también, se lo debo.
-En mayo de 2001, junto con otra compañera comienza a trabajar en el parque de bomberos de Huesca. Las primeras mujeres.
-Al principio sí me sentí observada, que tienes que demostrar que vales. Sin embargo, hoy en día -y por fortuna-los tópicos han cambiado y creo que las mujeres saben que se pueden dedicar a cualquier profesión. Importa que el trabajo salga bien, no si eres hombre o mujer.
-¿Qué le atrae de su profesión?
-Me compensa ayudar, hacer algo por alguien cuando todavía está vivo. Además, esta profesión te obliga a mantenerte en un estado físico óptimo. El deporte es muy importante para mí, una forma de vida. De niña en Callén recuerdo estar más con los chicos jugando al fútbol (o a cualquier deporte) que con las niñas porque ellas jugaban sentadas.
-¿Algún recuerdo de su trabajo?
-El primer muerto. Un señor que se había ahorcado en un pozo… había que bajar. ¡uf! Pero la mente es selectiva y algunos de estos episodios se van borrando. A veces vives situaciones graves, pero no eres consciente en el momento, sino cuando llegas al parque y lo reflexionas.
-Y al triatlón, ¿cómo llega?
-Yo venía del baloncesto y practicaba deporte por mi cuenta sin objetivos competitivos. Entré en contacto con Luis Manzano y se convirtió en amigo y entrenador. Me decían, el triatlón engancha y ¡es cierto!
-Participó en el triatlón de San Juan de Flumen.
-Aquel año ni siquiera estaba federada. Fui a probar y gané ¡menuda sorpresa! Por eso San Juan siempre estará en un rincón de mi corazón.
-¿Cuántas mujeres acuden a las competiciones?
-Llevo en esto unos cinco años, y al principio éramos muy poquitas. Sin embargo, cada vez somos más y crece la participación. Es una maravilla ver como estamos subiendo. A mí me gusta mucho el triatlón también porque se realiza al aire libre… por algo me crié en Callén en un pueblo.
-En el deporte femenino las marcas son menores que en hombres, pero ¿es igual de espectacular?
-No me gusta la división entre deporte femenino y masculino, es deporte y, aunque por fisiología no se pueden equiparar los tiempos de hombres y mujeres, el nuestro, el que practicamos las mujeres, resulta igual de vistoso, de intenso y de entretenido.