Entre las diversas propuestas culturales y sociales programadas el pasado fin de semana en Benabarre, la actuación de Durne en el parking de la Obaga, a los pies del monumental castillo de la localidad que con su iluminación se convirtió en parte indispensable de la escenografía, se supo ganar un cumplido hueco en el corazón de los asistentes a este espectáculo musical multidisciplinar.
Protagonizado por la mezzosoprano Ana Corellano y la bailarina y coreógrafa Elia Lozano, excelentemente acompañadas por el bailarín José Javier Pedrosa y los músicos Enrique y Santiago Lleida y Fernando Lleyda, creadores de un ambiente sonoro sumamente evocador, el espectáculo celebrado la noche del domingo fue un rotundo éxito.
El montaje que proponen los de Durne fusiona la música sefardí con nuevos ritmos y la danza contemporánea en una propuesta escénica con toques abstractos, las protagonistas, dos mujeres despiertas en su propio sueño en un laberinto de luces y sombras, llenan un escenario en el que se recogen las pasiones de la época medieval y del Renacimiento y en el que, fundamentalmente, se vive una ceremonia de la alegría del encuentro y del deseo de amar y de ser amado, siempre necesaria e imprescindible en estos extraños días pandémicos.
La actuación benabarrense de Durne tuvo un momento especialmente emotivo con la dedicación del tema final a Harry Moreno, un judío sefardí muy vinculado con esta localidad, en la que cuenta con residencia propia y familia directa que reside aquí todo el año. Fue un colofón que emocionó especialmente al homenajeado y a los familiares que le acompañaban y que despertó la solidaridad de todos los convecinos.
