El consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, y la directora general de Sostenibilidad, Pilar Gómez, visitaron el martes Barbastro para conocer el resultado de los trabajos de sellado del vertedero de residuos urbanos e industriales de la Mancomunidad del Somontano, inactivo desde 2007. Se trata de una reivindicación histórica de esta comarca altoaragonesa que, por fin, se ha subsanado gracias a la gestión ambiental del INAGA y el convenio de colaboración suscrito entre el Gobierno de Aragón y la comarca para acometer las obras. El Ejecutivo ha aportado un montante de 679.000 euros, lo que supone un 73% del coste total del proyecto.
Durante la visita, el consejero aseguró estar “ante una de las actuaciones más importantes de sellado de vertederos en Aragón” y, por ello, ha querido felicitar a la comarca por su disposición y por el ejercicio de responsabilidad medioambiental que han demostrado con este proyecto. Olona también reconoció que el sellado de vertederos es un “gran problema” y un “reto ambiental” que no solo existe en Aragón, sino en toda España. “Los problemas medioambientales nos afectan a todos, se trata de una cuestión que afecta a la salud y, por lo tanto, tenemos que actuar de una manera responsable”.
Olona también recordó que, pese a ser una competencia de las entidades locales, el Gobierno de Aragón es consciente de que el de los vertederos es un problema que exige muchos medios y ha mostrado su entera disposición para ayudar y colaborar en esta tarea “que es de todos”. En este sentido, el consejero ha reconocido el esfuerzo económico que ha hecho el Ejecutivo para llevar a cabo este proyecto en la Comarca del Somontano que llevaba atascado más de una década.
Los trabajos de sellado, llevados a cabo por la empresa Idecou Sau -adjudicataria del concurso público- han consistido en el cubrimiento de la zona con una nueva capa de tierra vegetal impermeabilizada y se han instalado unas chimeneas que permiten la emisión de los gases.
El vertedero de residuos sólidos, construido por la antigua Mancomunidad del Somontano en el año 1993, se utilizó durante 14 años y en él se enterraron alrededor 210.000 toneladas de residuos con una media estimada de 15.000 toneladas anuales, procedentes de Barbastro y de localidades del Somontano donde se realiza la recogida.
Junto con los de Alcolea de Cinca, Tamarite de la Litera y Sariñena, el de Barbastro era uno de los cuatro vertederos inactivos y sin sellar en la provincia altoaragonesa. En 2017, la Dirección General de Sostenibilidad adquirió el compromiso de ayuda a estas localidades a sellar sus vertederos con el objetivo de cumplir con la actual normativa europea relativa al vertido de residuos.
Con excepción del vertedero de Sariñena, donde todavía queda un segundo vaso por sellar, el resto de las obras ya están acabadas y entregadas. Para el sellado en las cuatro localidades, el Gobierno de Aragón ha aportado un montante de 1.300.000 €.