El Museo de Huesca adquiere tres acuarelas de Carderera y estrena nueva Guía cuando se cumplen 147 años de su fundación

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Cuando se cumplen 147 años de la inauguración del Museo de Huesca, la institución estrena una nueva guía. El objetivo de la publicación es actualizar contenidos a raíz de los cambios que se han producido en el discurso expositivo con la apertura de nuevas salas, la inclusión de piezas emblemáticas en su recorrido, y la incorporación de los descubrimientos arqueológicos como, por ejemplo, los procedentes del yacimiento del Pueyo de Marcuello o de la arqueología urbana oscense. A todo ello se añade la adquisición de nuevas obras por parte del Ministerio de Cultura y el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón.

La nueva edición de la guía pretende favorecer el conocimiento que se tiene de la institución, así como divulgar sus colecciones y destacar la importancia del inmueble que lo alberga. Tanto las salas medievales como las correspondientes al edificio de la antigua Universidad Sertoriana atesoran una larga historia de usos, funciones y hechos históricos diversos.
Por otra parte, la guía pretende poner en valor y describir las ricas colecciones que custodia, fruto de diversas circunstancias y avatares históricos como son, entre otros, los gustos derivados del coleccionismo personal, los fenómenos desamortizadores, las ordenaciones de fondos, las adquisiciones en el mercado del arte o los hallazgos e investigaciones en el ámbito de la arqueología.
La guía arranca con un bloque de introducción donde narra su historia y ofrece información relativa a la manera en que se gestaron las colecciones que hoy constituyen sus fondos.
A continuación, hay un apartado dedicado a las colecciones que cuenta con un importante apartado gráfico que lo ilustra y se estructura en dos grandes bloques: arqueología y bellas artes. En su recorrido se ofrece un itinerario cronológico combinado con el estilístico, reseñando aquellas obras, objetos, autores más relevantes, y que permite complementarlo con los recorridos de temas transversales que se proponen desde las propias salas.
Se incluyen en este apartado, a modo de pequeños encartes, temas monográficos que tratan de instituciones, acontecimientos históricos, yacimientos de referencia o personajes con los que el Museo de Huesca guarda una gran vinculación.
Por último y tras detenerse en el patio del museo, con unas breves pinceladas, la guía ofrece al público una mirada sobre el trabajo diario y las diversas funciones y los cometidos que se desarrollan en el Museo de Huesca de forma cotidiana y que en ocasiones pasan desapercibidos por la mayor relevancia mediática de las actividades expositivas.
Historia del Museo
El 18 de febrero de 1878 se llevó a cabo la redacción de la primera publicación que hacía referencia a las obras que albergaba el Museo Provincial de Huesca. Su título, Catálogo de cuadros pertenecientes a D. Valentín Cardedera y a la Comisión de Monumentos, recogía en un documento de carácter interno las 89 obras, fundamentalmente pinturas, que integraban los fondos con los que contaba esta institución.
El Museo de Huesca presentaba una breve andadura todavía, puesto que había sido fundado únicamente cinco años atrás, en 1873, merced a los buenos oficios de Valentín Carderera. Este intelectual había donado una parte de su colección artística personal, reunida a lo largo de su vida, con el objetivo de lograr ver cumplido un anhelo: que se constituyese un Museo Provincial en su ciudad de origen a imagen y semejanza de lo llevado a cabo en otras capitales de provincia.
Unos años más tarde, en 1882, veía la luz la publicación del Catálogo de los objetos que contiene el Museo Provincial de Huesca a cargo de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos. Esta pequeña publicación recogía un aumento de las colecciones donde figuraban pinturas, carpetas de dibujos y tal como denominaban, libros raros. Era la primera edición de carácter venal que ponía al alcance de todos los interesados información sobre los fondos que albergaba la institución acompañados de una breve descripción.
Nuevamente sería la Comisión de Monumentos de la provincia de Huesca, quien tenía encomendada la gestión del museo desde su origen, la encargada de llevar a cabo una nueva edición del catálogo actualizado. Esta publicación, editada en 1905, incorporaba como novedad una sección de arqueología y escultura. Este tipo de obras no tenían presencia en las anteriores publicaciones y suponía, en el caso de la arqueología, el comienzo de lo que hoy es uno de los grades puntales en los que se asientan las colecciones del museo.
No será hasta 1968, bajo la dirección de Rosa Donoso, cuando se publica la primera Guía del Museo Provincial de Huesca, editada por la Dirección General de Bellas Artes, del entonces Ministerio de Educación y Ciencia. Su edición coincidió con el cambio de ubicación del museo desde la primitiva del Colegio de Santiago oscense a la de la antigua Universidad Sertoriana, su actual sede.
Esta guía recogía la descripción de sus colecciones, fundamentalmente de pintura y arqueología, e incluía una sección del denominado Museo Episcopal y Capitular, germen del futuro Museo Diocesano de Huesca. Por primera vez se detallaba un apartado gráfico con una serie de láminas en blanco y negro que ilustraban aquellas obras más relevantes de sus colecciones. Concluía además con una semblanza biográfica de Valentín Carderera como reconocimiento a su figura.
Las importantes obras de acondicionamiento de la sede del museo que se llevaron a cabo en los años 90 del siglo XXI, acometidas por la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, dieron como resultado un centro con renovadas instalaciones y un nuevo montaje expositivo en su planta baja donde tenían el mismo protagonismo la arqueología y las bellas artes a través de un recorrido de carácter cronológico.
Con motivo de esta remodelación, el Gobierno de Aragón, gestor del museo desde el año 1986, y bajo la dirección de Vicente Baldellou, llevó a cabo una nueva edición de la Guía en el año 1999. Esta publicación, con una clara vocación didáctica, recogía las novedades expositivas y proporcionaba una útil herramienta descriptiva de la institución y sus colecciones a través de un recorrido por sus salas, deteniéndose en aquellas obras de mayor interés para aquellos visitantes e interesados en la historia y los fondos del Museo de Huesca.
Tres nuevas obras de Valentín Carderera para el Museo de Huesca
Por otra parte, el Museo de Huesca cuenta con tres nuevas obras de Valentín Carderera. Su adquisición contribuye a incrementar los fondos que posee de este autor y convertirlo en uno de los centros de referencia en la obra de Carderera. La compra de estas acuarelas viene también a paliar la falta de presencia de retratos femeninos en este conjunto, únicamente representado por una imagen de la musa Terpsícore.
Las tres acuarelas, que representan a tres figuras femeninas ricamente ataviadas a la moda de los siglos XVII y XVIII, han sido adquiridas en una subasta celebrada por la Galería Ansorena de Madrid. En ella, el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón ha solicitado al director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte que ejerciese el Tanteo, derecho de adquisición preferente, en nombre de la Comunidad Autónoma de Aragón en virtud de lo recogido en el artículo 38 de la Ley de Patrimonio Histórico Español 16/1985, puesto que estas obras son con destino a un museo de titularidad Estatal como es el Museo de Huesca, aunque tenga la gestión transferida a la Comunidad Autónoma.
Las acuarelas son tres obras de máximo interés puesto que ilustran la faceta de copista de retratos de Carderera, y que gracias a su labor ha permitido conocer obras que, por distintos avatares, se han perdido. Tal y como se ha puesto de manifiesto, existe una vinculación directa de uno de los lotes con el retrato desaparecido que se encontraría en una casa solariega de Huesca, por lo que esta obra es la única referencia de ese inmueble y la galería de retratos que se encontraría allí.
Las obras adquiridas son un retrato de Dama Chigi (12 x 8,5 cm); un retrato de Dama (12,5 x 9,5 cm) identificada desde el Museo de Huesca como posible copia de un retrato de María Luisa de Orleans, primera mujer de Carlos II; y un retrato de Dama de la Casa Pérez, Huesca (15 x 11,3 cm), que sigue modelos cortesanos. Todas ellas aparecen ricamente ataviadas a la moda de los siglos XVII y XVIII.
Según el informe elaborado por el Museo de Huesca, no hay ninguna duda sobre la autoría de estas obras, que copian retratos antiguos y que probablemente formaron parte de un álbum de retratos de damas que fue desmontado en su momento por un anticuario y en la actualidad van saliendo poco a poco al mercado.
De los tres retratos, el de la Dama de la Casa Pérez cuenta con un interés sobreañadido por su vinculación a la Huesca desaparecida. Posiblemente el propio Carderera se refiere a la ejecución de esta acuarela cuando escribe en su diario el día 9 de enero de 1841: “[fui] a casa Pérez a dibujar el retrato antiguo”.
Valentín Carderera es uno de los aragoneses más ilustres que alumbró el siglo XIX al que recientemente la Biblioteca Nacional dedicó una exposición, comisariada por el oscense José María Lanzarote. Su papel de viajero erudito, historiador del arte, coleccionista, dibujante y pintor, lo convierten en uno de los personajes de referencia en la vida cultural del siglo XIX en España.
Apasionado defensor del patrimonio, fue comisionado por la Comisión Central de Monumentos para la defensa del patrimonio monumental y artístico en unos años muy convulsos tras los procesos desamortizadores de los bienes eclesiásticos.
Su importancia como erudito se plasmó en su reconocimiento en vida como Miembro de la Academia de la Historia, de la de Bellas Artes de San Fernando y miembro de la Junta del Museo Real de Pintura y Escultura, lo que actualmente es el Museo del Prado.
Se trata igualmente de un personaje al que va íntimamente ligada la historia del Museo de Huesca. Gracias a su interés, tesón y generosidad pudo ver dicha institución la luz en el año 1873. Contribuyó con fondos de su colección privada a través de sucesivas entregas a su puesta en marcha en su primitiva sede del Colegio de Santiago oscense.
Estas tres obras se presentarán al público dentro de la exposición permanente en el marco del proyecto de renovación de los discursos expositivos del área de bellas artes que tiene una doble finalidad: por un lado, velar por la correcta conservación y renovación de fondos especialmente sensibles como es el caso de la obra gráfica y, por otro lado, se pretende ampliar los relatos expositivos de acuerdo con las investigaciones recientes sobre los fondos del museo o con adquisiciones tan relevantes como ésta.
Por este motivo junto a los tres retratos femeninos se expondrá una obra que guarda estrecha relación con éstas en concreto con los ornamentos que lucen las damas retratadas, especialmente con la Dama de la Casa Pérez. Se trata de un dibujo a tinta y aguada sobre papel que representa un conjunto de joyas o grand parureperteneciente a una noble romana caracterizado por su afán descriptivo y clasificatorio.

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