Los paraguas aparecieron en Graus durante varios momentos de la celebración el pasado domingo de la tradicional Feria de San Miguel de mayo. Pero, pese a que cayeron algunas gotas, fue casi una falsa alarma y la lluvia no aguó la celebración de un certamen que sigue conservando un gran poder de convocatoria.
La feria pudo celebrarse con normalidad y, por momentos, estuvo muy animada con la gente “enferiándose” en alguno de los noventa puestos instalados a lo largo de las calles del Barranco y de Salamero. Las malas previsiones meteorológicas y la celebración en Monzón de otro certamen similar habían echado para atrás a alguno de los feriantes habituales pero los que se acercaron hasta la villa ribagorzana no lo lamentaron porque la jornada discurrió con plena normalidad en todos los aspectos.
Los asistentes se encontraron con una variopinta oferta comercial de ropa, menaje para el hogar, plantas, alimentación, calzado, ferretería o juguetes. Y pudieron disfrutar también de la tercera edición de la feria agroalimentaria que se desarrolló de forma paralela y complementaria al certamen generalista en la Plaza Mayor grausina. Catorce industriales de productos de transformación agroganadera que instalaron sus paradas bajo los soportales de la Plaza en previsión de las anunciadas lluvias participaron finalmente en este certamen con una deliciosa muestra de quesos, azafrán, vino, cerveza, embutidos, mermeladas, repostería o panadería muy apreciada por los visitantes.
