Por Lola Gª Casanova
Elisa Angulo Mur, barbastrense de 14 años, lleva un año compitiendo en pruebas de motocross, disciplina que compagina con el ballet y, por supuesto, sus estudios de ESO
-¿Cómo comenzó su interés por el motocross?
-Mi padre es un gran aficionado, ¡mi padre, mi tío, mi abuelo…! y en casa disponíamos de motos desde pequeñas. Sin embargo, no les habíamos prestado mucha atención hasta que llegó el confinamiento. Nos aficionamos con mis hermanas aunque sólo yo he dado el paso de acudir a las carreras.
¿Por qué compite?
-El curso natural te lleva a competir. Yo, ahora mismo, no aspiro a ganar nada sino a aprender y pasármelo bien. Participo en las carreras de féminas de Cataluña y en alguna cercana que se organiza por Navarra o Aragón, como la cita de motocross de Monzón que sí cuenta con un circuito. En Cataluña me sorprende la gran afición que existe, también en mujeres y en general, en todas partes se vive un ambiente muy majo.
-Su primera carrera tuvo lugar en Zuera.
-Un día horrible porque había llovido y el circuito estaba realmente embarrado ¡creo que no voy a volver! Mi primera experiencia fue fatal.
-Ha hablado de circuito en Monzón, ¿y en Barbastro?
-Existe uno pero ha caído en desuso y nadie lo cuida. Yo, a veces voy por ahí, mi padre lo conoce bien pues lo utilizaba cuando era joven. Yo también entreno en un circuito que hemos preparado en un terreno de la familia.
-¿Qué cualidades se requieren para el motocross?
-No tener miedo y fuerza mental. Los pequeños no son conscientes del daño y el dolor, pero yo sí. Mucha gente piensa que se necesita mucha fuerza física, yo creo que es más fuerza mental, agilidad, inercia y coordinación al saltar.
-También practica ballet, ¿que tienen en común?
-El motocross y el ballet exigen esfuerzo, no darte por vencido y repetir y repetir hasta que lo consigues.