«El día de San Jorge nos sentimos orgullosos tanto de Aragón como de nuestros vecinos”, señala el teniente de alcalde de Sopeira, Pau Barrull. Esta localidad fronteriza entre Aragón y Cataluña comparte muchos lazos culturales entre las dos regiones, haciendo de este municipio un lugar en el que las rivalidades se quedan al margen para celebrar lo que realmente importa: lo que los une. San Jorge y Sant Jordi son aquí sinónimos de la misma festividad, y los libros y rosas que se regalan en estas fechas representan la cultura y el amor, “símbolos de los bellos pilares que dan sentido a nuestras vidas”.