COLABORACIÓN || Rubén Ajates
Maestro y escritor
¿Quién no entonó en estas fechas “como todos los meses de agosto al llegar la fiesta mayor…” de Ixo Rai? Todo un sentimental canto de la pasión, esfuerzo y añoranza que organizadores, vecinos, quienes regresaban a sus casas los meses de verano… ponían por honrar los tan esperados festejos.
Pero, ¿sigue todo igual? Dinamizadas y deseadas con el entusiasmo de antaño, no es menos cierto que en paralelo nació otro modelo de ocio, más próximo al nocturno, que rompe con el fin en sí mismo de cualquier celebración estival, la diversión y el reencuentro. Hoy nos despertamos con la basura acumulándose en las calles, abandonamos la verbena a consecuencia del ruido de las “raves” alternativas organizadas en torno a vehículos que compiten por quien pone la música más alta, y nos sacude algo por dentro cuando en mitad de los actos festivos salta la noticia “Una nueva víctima de agresión…”.
Seamos exigentes. Porque la realidad es que no nos lo merecemos. Preguntémonos para obtener soluciones y analicemos si somos capaces de ofrecer un modelo sostenible de fiestas para su disfrute sin que nadie se vea perjudicado en ellas.
Si hayamos la respuesta… “nos pondremos la muda bien limpia y del brazo saldremos los dos”.