La Feria de san Miguel de mayo volvió a convertirse este domingo en Graus en punto de encuentro de centenares de personas llegadas desde toda Ribagorza y de las comarcas vecinas. Esta feria generalista del primer domingo de mayo se celebra en la villa ribagorzana desde 1907 y completa históricamente la propuesta ferial grausina conformada por tres grandes certámenes –en septiembre, diciembre y éste de mayo- y por la convocatoria todos los lunes del año de un animado mercado semanal. En los últimos seis años se completa con la celebración paralela de una Feria Agroalimentaria y esta doble propuesta ferial hizo que las calles de Graus volvieran a ser un hervidero de personas llegadas hasta aquí desde los más variados puntos para disfrutar de una jornada plenamente festiva.
En las calles del Barranco y Salamero, casi un centenar de puestos feriales con una variopinta propuesta de todo tipo de artículos mantuvieron la tradición de la feria de San Miguel de mayo y recibieron la visita de numerosos compradores y curiosos que, en su inmensa mayoría, cumplieron con la tradición de “enferiarse” con alguno de los artículos puestos a la venta.
Esta Feria de Mayo se creó en 1907 para complementar la oferta ferial grausina que se compone además por las ferias de San Miguel de septiembre y la de Santa Lucía y el mercado semanal de los lunes. En estos 112 años de andadura, su celebración se ha visto acompañada en algunos momentos por ofertas más específicas como las que plantearon en su día los certámenes Propirineo o Expo-Ribagorza; un camino que se recupera ahora con la Feria Agroalimentaria del Pirineo.
