Tras la obligada ausencia del pasado año 2020, la feria grausina de Santa Lucía regresa este lunes a las calles de la villa ribagorzana con el excelente sabor de boca dejado por la celebración este pasado sábado de la segunda y muy animada edición de la Feria de la Trufa y de la posterior primera sesión de la temporada del prestigioso mercado de la trufa fresca.
El tradicional certamen de Santa Lucía vuelve este año con la esperada presencia de alrededor de ochenta feriantes que extenderán a lo largo de las calles del Barranco y Salamero una amplia gama de productos de todo tipo en esta jornada de lunes que tendrá un ambiente plenamente festivo en Graus ya que esta feria es siempre un concurrido mercado que atrae a gran cantidad de personas de las poblaciones vecinas para “enferiarse” con la variopinta propuesta de ropas, enseres para el hogar, aperos, maquinarias diversas, objetos de artesanía, juguetes o alimentos que se ofrecen en las calles grausinas complementando la amplia oferta comercial de unos establecimientos locales siempre muy bien surtidos.
Es una imagen que se repite desde 1628, cuando el infante don Carlos –hijo del entonces monarca Felipe III- otorgó a esta localidad el permiso para que sus habitantes pudieran organizar este certamen invernal que venía a sumarse y a complementar la celebración de la feria de san Miguel de finales de septiembre que ya entonces tenía más de cuatro siglos de antigüedad y que era punto de referencia en el espacio pirenaico para tratantes de todo tipo de ganado.
Además, en 1588 había fijado Felipe II la jornada del lunes como día de mercado semanal, un mercado que todavía se celebra hoy en día en la Plaza Mayor de Graus. La tradición ferial grausina se vio completada en 1907, momento en que nació la tercera de las grandes ferias de la villa, la de san Miguel de mayo, y desde 2019 tiene el epígono de la Feria de la Trufa que ha venido para quedarse como referente nacional –con clara vocación de serlo también internacional- de un sector con un amplio potencial de crecimiento.
Pero ésta de San Lucía siempre ha tenido una personalidad propia y distintiva, con un gran poder de convocatoria ya que el certamen anuncia la inminencia de las fiestas navideñas. Entrada ya la segunda década del siglo XXI, mantiene vivas las características que animaron su creación en el siglo XVII siendo todavía hoy cita obligada para los habitantes de la comarca ribagorzana que ven en esta cita un momento óptimo para juntarse con parientes y amigos y compartir con ellos una jornada lúdica, recreativa y de auténtica fiesta mientras se realizan esas compras pensando en la inminencia de las fechas navideñas.
