El mercado de la trufa fresca de Graus vivió la noche del pasado sábado la penúltima sesión de la temporada 2015-2016. Lo hizo con una notable animación, con cada vez menos trufas pero de muy buena calidad aromática y con unos precios que, ante la escasez del producto, se han mantenido en unos muy altos niveles similares a los de las anteriores semanas.
«Este sábado las cotizaciones se movieron en los 800 euros el kilo en la trufa al detalle y eso que intentamos contener los precios para que la gente que acude al mercado $pueda llevarse trufas a precios relativamente asequibles, porque varios de los lotes que se negociaron sobrepasaron con creces esa valoración», explica José Vicente Girón, presidente de la Asociación de Truficultores de Aragón que promueve el mercado grausino.
Girón reconoce que en este último tramo de la temporada cada vez hay menos trufas pero entiende que la producción podrá cubrir «sin problemas» la demanda en el último mercado de la campaña que tendrá lugar el próximo sábado. Se pondrá así punto y final a una temporada que desde el sector califican como «extraña», marcada por la escasez de lluvias en las primeras semanas y por unas desfavorables condiciones climáticas que la han condicionado desde la primera semana. Las lluvias caídas en enero dieron un respiro y, aunque solo aumentaron ligeramente la producción, contribuyeron a mejorar sensiblemente la calidad de la trufa ofertada.
En el aspecto gastronómico, el restaurante Flor de Barbastro fue el encargado de ofrecer las habituales degustaciones de tapas en esta penúltima sesión del mercado de la trufa fresca mientras que el restaurante Las Torres de Huesca será el que cerrará el próximo sábado este apartado plenamente consolidado en el mercado grausino.
