Remitimos en VIVIR una carta remitida a nuestro medio desde el Ayuntamiento de Montanuy mostrando su malestar e impotencia por el ataque del oso en Castanesa el miércoles 27.
«Los vecinos y ganaderos del Municipio de Montanuy nos sentimos desolados e impotentes ante el ataque del oso que tuvo lugar ayer en el valle de Castanesa. La presencia cada vez más frecuente de estos animales está dificultando la supervivencia de la ganadería extensiva. Ayer 27 de junio aparecieron ovejas dispersas y desorientadas en la localidad de Catanesa. Las ovejas estaban cerradas en un cercado de valla ganadera, la cual el oso saltó. Al terminar de recoger estos animales encontraron una oveja muerta. Nadie se imaginaba que sería fruto de un ataque del oso, es más, como a los ganaderos se les hace creer que todos los ataques son producidos por perros, nadie pensó en ese momento en el oso. Al finalizar la jornada, el pastor de un rebaño de 2.000 ovejas situado en la parte alta del pueblo, que cerraba el rebaño en el cercado eléctrico para que pasarán la noche, se vio sorprendido por la presencia de un oso, el cual entró dentro del cercado preparado para las ovejas. Como se observa en las imágenes el rebaño de ovejas se desorientó y el pastor que tuvo este enorme animal furioso de frente, tan solo a cuatro metros, quedó muy asustado. Este pastor no puede contar con la ayuda de perros mastines, como lo hacía hasta hace unos años, por la incompatibilidad de estos y la actividad turística. Estos perros son guardianes del rebaño, esto quiere decir que ladran y ahuyentan a cualquier persona o animal que se acerque a una distancia del rebaño. Cuando el rebaño se encuentra cerca de los caminos o senderos turísticos, el visitante se ve asustado por el perro, con los consiguientes problemas para el propietario del perro.
Los ganaderos del municipio se encuentran en una situación de indefensión e inseguridad en sus propias fincas mientras realizan su trabajo, ya que el monte no es público, sino que es propiedad particular. ¿Es lógico tener que trabajar asustado? La reintroducción de este animal esta suponiendo la desaparición de la ganadería extensiva en las zonas de montaña, un sector que ya de por sí esta en horas difíciles y que no sólo garantiza el mantenimiento de la población en nuestros pueblos, sino que es fundamental para el mantenimiento de la biodiversidad en un ecosistema tan sensible como la montaña.
En nuestro caso, un municipio con 17 pueblos,180 vecinos y un grave problema de despoblación, situaciones como esta desaniman a los pocos ganaderos que quedan y a los jóvenes que quieren continuar con explotaciones, teniendo en cuenta que esta es la principal actividad del municipio. ¿Realmente la administración quiere las zonas de montaña pobladas? El modo de vida actual y los sistemas de manejo del ganado son incompatibles con la presencia de este animal en nuestro territorio. No podemos pensar que en el siglo XXI el pastor tenga que pasarse la vida durmiendo junto a su rebaño. ¿Cuándo ve a la familia? La preocupación no es sólo por la presencia de los osos, que se reintrodujo hace unos años, si no también por el avistamiento del lobo este último año. Son especies que por el momento no tienen depredadores y todos nos preguntamos como se controlará su población, ya que de momento sólo tienen un nivel máximo de protección, nivel que no tenemos los habitantes de la zona y nos enfrentamos a la presencia de estos animales. Los ganaderos con una larga experiencia en el sector, ven incompatible la presencia de estos animales con la ganadería extensiva, por ello reclamamos que se retire la presencia de estas especies en nuestro territorio. En medio ambiente se protege, pero ¿cuándo se piensa proteger a quien lo cuida?»
