Mientras se realizaba la tradicional ofrenda floral en memoria del conde Aznar Galíndez en el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, adonde acudieron las autoridades y los principales miembros de la Hermandad del Primer Viernes de Mayo, incluido el cortejo histórico del conde Aznar, las calles del casco antiguo de Jaca eran ya una fiesta de alegría, música y color con la salida de la comparsa de gigantes y cabezudos desde la puerta del Ayuntamiento.
Niños, jóvenes y mayores participaron en esta actividad popular por la calle Mayor y adyacentes, protagonizada por el pirata, el diablo, el coronel, el señorito, el arlequín y los gigantes, como prolegómeno a la gran fiesta del Primer Viernes de Mayo, en cuyo desfile medieval participan mil personas para celebrar la victoria del conde Aznar y la ciudad de Jaca sobre las huestes invasoras.
