La A-2205 entre Colungo, Arcusa: una carretera de gran belleza, pero antigua, estrecha y demasiado sinuosa como para que se convierta en una vía preferente para los muchos turistas que visitan ambas zonas, para el extranjero que es mayoritario en Guara y para el nacional, que acude en mayor medida al Pirineo.
Una antigua reivindicación que cobró un nuevo impulso hace unas fechas cuando siete Ayuntamientos, dos comarcas (Sobrarbe y Somontano) y colectivos (como los empresarios de Sobrarbe y Sierra de Guara; Turismo Verde) y vecinos de los municipios afectados se reunieron para recordar que siguen ahí, ellos y la carretera tercermundista.
El lugar de encuentro fue Arcusa en donde se leyó un manifiesto en el que se pide un impulso del eje carretero con el fin de mejorar la seguridad vial para garantizar servicios básicos y favorecer el turismo.
El teniente de alcalde ainsetano, José Luis Bergua explicó a este medio que el tramo desde Aínsa a Arcusa es de titularidad municipal, pero que no pueden hacerse cargo. De hecho, la asumió temporalmente la Diputación Provincial y la dotó con una partida de un millón de euros para arreglos “pero las obras se han visto paralizados por la denuncia de unos vecinos. Pero pedimos a la DPH que mantengan las obras”. Por lo que respecta al tramo entre Arcusa y Colungo Mariano Altemir, alcalde de Alquézar, señalaba que se le pide al gobierno de Aragón que la tenga en cuenta “por lo que puede suponer para unir dos zonas de gran potencial turístico y favorecer a las poblaciones del entorno como tener una salida directa al Somontano, con el hospital de Barbastro y otros servicios. Por ello vamos a pedir entrevistas en la DGA”.
